Mota del Cuervo, Balcón de La Mancha
No son gigantes, son molinos. Diversas voces señalan que el famoso «lugar de La Mancha» mencionado al comienzo del Quijote sería esta villa de Mota del Cuervo. Muchos son los encantos que pueblan esta localidad, vigilada desde las alturas por sus célebres molinos de viento. Consta además de otros lugares de interés como puede ser su barrio de las Cantarerías, la ermita de Nuestra Señora de Manjavacas o la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel. Acompáñanos a visitar uno de los pueblos más importantes de Cuenca y de La Mancha.
Contenidos del post
- 1 Cómo llegar a Mota del Cuervo
- 2 Qué ver en Mota del Cuervo
- 2.1 Ermita de Santa Ana y museo etnográfico Teresa Cano Lillo
- 2.2 Ermita de Nuestra Señora del Valle y San Agustín
- 2.3 Parroquia de San Miguel Arcángel
- 2.4 Hospital de Pobres y casas señoriales en Mota del Cuervo
- 2.5 La Tercia, uno de los monumentos que ver en Mota del Cuervo
- 2.6 Plaza Mayor y ermita «del Santo»
- 3 Fiestas de la Traída y la Llevada de la Virgen de Manjavacas, en Mota del Cuervo
Cómo llegar a Mota del Cuervo
Situado en el suroeste de la provincia de Cuenca, el pueblo posee una característica geográfica muy curiosa, pues se encuentra a escasa distancia de las capitales de provincia castellanomanchegas, a excepción de Guadalajara. Entre 110 y 150 kilómetros. Es el sexto municipio con mayor población de Cuenca, concretamente, 6108 habitantes (INE 2023). Atraviesan el término de la localidad importantes vías como la N-420 que circula desde Córdoba a Tarragona, pasando por municipios como Puertollano, Ciudad Real, Daimiel, Alcázar de San Juan o Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real; y La Almarcha, Olivares de Júcar, Belmontejo, San Lorenzo de la Parrilla, Cuenca, Fuentes o Cañete, en la provincia de Cuenca. También la autopista del peaje AP-36 y la carretera N-301 que circulan paralelas desde Ocaña, en Toledo, hasta La Roda, ya en la provincia de Albacete, dejando atrás poblaciones importantes como Quintanar de la Orden (Toledo), Las Pedroñeras, El Provencio, San Clemente (en Cuenca) o Minaya (Albacete). También sale de Mota del Cuervo la CM-3108 que discurre hasta Osa de la Vega, atravesando el vecino pueblo de Los Hinojosos; sin olvidar la CUV-1001, que nos conduce hasta la vecina villa de Las Mesas, pasando por la Reserva Natural Complejo Lagunar de Manjavacas. Pertenece a la comarca de La Mancha, concretamente la Mancha Baja.
Qué ver en Mota del Cuervo
Bajamos por la carretera de Belmonte pasando junto al chozo de la Nieve, construcción de planta circular donde se guardaba la nieve en invierno. Tras hacerse hielo, y una vez mezclada con paja y madera, se vendía en verano para conservar los alimentos o hacer refrescos. Pronto llegamos a la hermosa plaza de la Cruz Verde, en el barrio de las Cantarerías, denominado de esta forma porque sus pobladores se dedicaban a la cerámica, destacando la elaboración de cántaros. Esta plaza tiene su origen en la Cruz Verde que el Santo Oficio ponía la jornada previa a un Auto de Fe, mostrando el sitio donde se celebraría al siguiente día. Aquí podemos encontrar el monumento a la Cantarera y el museo de la Alfarería, al cual no pudimos entrar por ser domingo y estar cerrado. También existe en esta plaza el horno alfarero de la Cruz Verde, el único que se conserva en el municipio. Cabe destacar la excepcionalidad de la alfarería en Mota del Cuervo, pues ha sido siempre una tarea exclusiva de las mujeres, ellas eran quienes realizaban las piezas. En otros municipios como Priego o la propia ciudad de Cuenca, es una labor tradicionalmente asociada a los hombres.
Tomamos el camino Real Alto hasta llegar a la gasolinera. Los hechos que siguen a nuestro repostaje los describimos recientemente en nuestra reseña del Mesón de Don Quijote. Tras la comilona visitamos la cercana ermita de Santa Rita, en la plaza de Francisco Ruiz Jarabo. El templo se construyó en los años cincuenta, posee planta de salón y un pórtico con tres arcos de medio punto.
Ermita de Santa Ana y museo etnográfico Teresa Cano Lillo
Nos vimos en la obligación de coger el coche para los siguientes destinos que visitamos. Bajando de nuevo por el camino Real Alto, observamos el museo etnográfico Teresa Cano Lillo, al cual tampoco pudimos entrar por ser día de descanso. Continuamos, casi hasta la carretera de Quintanar de la Orden, para contemplar la ermita de Santa Ana, dedicada a la madre de la Virgen. Aquí se celebra la festividad de San Antón el 17 de enero, con la tradicional bendición de animales y en mayo, la festividad en honor a San Isidro Labrador. No existen muchos datos de la ermita, se conoce que ya estaba construida en el último tercio del siglo XVI. Tiene planta de cruz latina y el campanil sobre la puerta principal de acceso.
Ermita de Nuestra Señora del Valle y San Agustín
Giramos por la calle Madrid, hasta la calle Don Sabino, para salir del pueblo y conducir cerca de un kilómetro por la carretera de Los Hinojosos hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora del Valle y San Agustín. Es mencionada en las Relaciones de Felipe II, en 1575, y por los visitadores de la Orden de Santiago (1603). Esta ermita posee una relación muy fuerte con los cantareros, ya que el barro utilizado por ellos siempre se ha extraído de la casa de las Burracas y los barreros del Valle, muy cercanos a este lugar. Además, según cuenta la tradición, la Virgen se le apareció a un cantarero y San Agustín acudió para colmar su sed. A finales de agosto se celebran las fiestas en honor a Nuestra Señora del Valle y San Agustín, coincidiendo con el día de este Santo. Es una construcción de mampostería con planta levemente rectangular. Posee un pórtico con seis arcos de medio punto. En el exterior podemos observar una cueva encalada donde se dice que la Virgen hizo su aparición. Esto último nos resultó muy curioso, pues no solo la cueva está blanqueada, también gran parte del entorno, incluidos los troncos de los árboles.
Parroquia de San Miguel Arcángel
Dimos la vuelta y enfilamos de nuevo al pueblo con destino al casco urbano. En la calle Mayor Baja apareció ante nosotros un hueco hermoso y céntrico para aparcar, desde donde continuamos nuestra visita. Lo primero que vimos fue el monumento más importante del casco urbano que ver en Mota del Cuervo, la Parroquia de San Miguel Arcángel. Su construcción se inició en el siglo XV, pero se prolongó durante el XVI y XVII. Posee tres naves y está fabricada en mampostería con sillares en las esquinas. Su torre está separada en dos tramos divididos por una cornisa. Fue restaurada en 1974 y declarada Bien de Interés Cultural en 1990.
Hospital de Pobres y casas señoriales en Mota del Cuervo
Volvimos a la calle Mayor Baja y para visitar el hospital de Pobres, situado en la calle homónima. Ya se habla de su existencia en las Relaciones Topográficas de Felipe II (1575). Perteneciente a la Orden de Santiago, además de prestar atención sanitaria, ofrecía cobijo a modo de albergue a los transeúntes que pasaban por el pueblo. Funcionó como hospital hasta después de la Guerra Civil, pero con el paso de los años ha sufrido un gran deterioro. A día de hoy funciona como almacén municipal.
En esta zona son muy comunes las casas señoriales. En la plaza Mayor podemos encontrar la primera, de 1778, como su fachada indica. Destinada a lo largo de los años para servicios municipales, a día de hoy acoge la policía local, el juzgado de paz y la escuela de música. En la calle Mayor Baja podemos ver la casa de los Condes Campillo, de fecha desconocida, y con escudo señorial en la fachada. Propiedad de la familia de los condes, a día de hoy no es visitable. Bajando un poco más la calle hallamos la casa de Fray Alonso Cano, trinitario ilustre nacido en el municipio. Ha sido muy reformada y únicamente se conserva el escudo obispal de la fachada.
La Tercia, uno de los monumentos que ver en Mota del Cuervo
Tomamos la calle del Coso para desembocar en la antigua plaza del mismo nombre, también llamada plaza del Mercado o, actualmente, plaza de Cervantes. En ella podemos observar varias casas solariegas, las cuales pertenecían en su mayor parte a la nobleza. Subiendo un poco más, llegamos a la plaza de la Tercia, en la que está ubicado el edificio homónimo, la Tercia. Es una construcción exenta, de grandes dimensiones y planta rectangular, cuya finalidad era almacenar el trigo de los diezmos que abonaba el campesinado.
Plaza Mayor y ermita «del Santo»
Posteriormente, a través de la calle Fray Alonso Cano, llegamos a la plaza Mayor, espacio donde está localizado el ayuntamiento de Mota del Cuervo. No existe fuente que lo documente, pero se afirma que en el pasado fue un monasterio, cuya cárcel sería lo que ahora viene siendo la casa de la Cultura. La torre es de mampostería y fue restaurada en 1999. Desde allí subimos por la calle Mayor Alta hasta la ermita de San Sebastián, también conocida como ermita “del Santo”. Fabricada en mampostería, su planta es de cruz latina con ábside de tres lados. Tiene dos portadas: la del Mediodía y la del Piecero. Muy cercano está el convento del Verdinal, en la plaza del mismo nombre. Es una construcción de dos alturas con planta rectangular y una torre de dos cuerpos sobre la portada. Las últimas investigaciones indican que el edificio no fue un convento, sino un hospital citado en las Relaciones Topográficas de Felipe II como “Hospital de San Sebastián”.
Fiestas de la Traída y la Llevada de la Virgen de Manjavacas, en Mota del Cuervo
Tocó volver sobre nuestros pasos, pues debíamos acudir a nuestro último destino y para ello necesitamos ir motorizados. Tomamos la carretera de Pedro Muñoz para llegar a la ermita de Nuestra Señora de la Antigua de Manjavacas. Es un edificio neoclásico con planta de cruz latina y ábside cuadrado. El primer domingo de agosto se traslada la imagen de la Virgen, a hombros y corriendo, hasta la villa, para traerla dos semanas después. Son las fiestas de la “Traída y llevada de la Virgen”, declaradas de Interés Turístico desde 1977. Todo uno acontecimiento indispensable que ver en Mota del Cuervo. Más tarde fuimos a la laguna de Manjavacas, otra visita muy recomendable.
Hasta aquí llegó nuestra excursión por esta localidad. Maravilla con un riquísimo patrimonio arquitectónico, tanto religioso como civil. Sin duda un lugar para ir a visitar. Nosotros ya lo conocemos, pero estamos seguros de que vamos a volver muy pronto.
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