Honrubia, la ermita que supera a la iglesia
Allí donde se bifurcan la autovía y la carretera nacional. Donde el embalse de Alarcón llama desde la cercanía. Donde los ríos Júcar y Rus flanquean el término municipal. Allí donde una ermita supera en grandeza a la iglesia parroquial. Así es Honrubia, un pueblo manchego que saluda la frontera con la Manchuela conquense. Alguna vez seguro que lo has dejado atrás mientras viajabas en coche, así que ya va siendo hora de que pares y nos acompañes a visitarlo. ¡Vamos a ello!
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¿A-3 o N-III?
La autovía de Valencia y la antigua carretera nacional N-III, la carretera de Valencia de toda la vida, vienen siendo una desde Tarancón. A la altura de Honrubia, discuten y cada una toma una dirección hasta llegar a Requena (Valencia). Durante este tramo de carretera, van apareciendo ante la vista multitud de negocios cerrados: bares, gasolineras, hoteles… Es una sensación muy curiosa, ya que semejante desolación se mezcla con un paisaje de lo más bonito.
Quizás lo más cómodo es tomar la autovía A-3 cuando vamos dirección este, pero este tramo de la Nacional es muy recomendable. Se aproxima al pantano y además sale el desvío para visitar una de los pueblos más bonitos de Cuenca: Alarcón. Sea cual sea la opción, Honrubia nos ofrece esta posibilidad.
Qué ver en Honrubia
Nos parece curioso. Desde que zascandileamos hace ya varios años, han sido escasos los pueblos donde las dimensiones de alguna de sus ermitas sean casi iguales o superiores a su iglesia parroquial. En el caso que hoy nos atañe, Honrubia, la ermita del Santo Rostro rivaliza en proporciones con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Palabras mayores.
La ermita del Santo Rostro, ejemplo ilustre del barroco en Cuenca
La plaza de la Constitución es el centro neurálgico de la localidad. Es fácil de distinguir porque, además de ser amplia y céntrica, tiene una zona ajardinada con fuentes. Podemos apreciar algunos puntos de interés como el ayuntamiento de Honrubia, edificio elegante con balcones y blasón en la fachada. Sin embargo, solo existe una protagonista indiscutible en este espacio, cómo no, la ermita del Santo Rostro (s. XVIII).
Es muy bonita. De las ermitas más vistosas que hemos visto en la provincia de Cuenca. Hace mucho la factura preciosa de su estilo barroco. Por fuera solo podemos maravillarnos ante su fachada principal. Espectacular. La portada es de medio punto flanqueada por columnas de orden toscano. Sobre ella una ventana enrejada que está enmarcada y parte el frontón. Más arriba, un segundo cuerpo con hornacina, columnas y un frontón quebrado que sobresale por la construcción que corona de manera majestuosa esta fachada. Nos referimos, cómo no, a su preciosa espadaña de dos cuerpos. El templo posee planta de cruz latina con crucero bajo la cúpula. Nos encantó el colorido de la teja azul en el cuerpo del cimborrio, el cual está rematado por una linterna cuadrada con chapitel metálico. Por dentro hay un elemento que destaca por encima de todo y es el retablo mayor. El barroco en su máxima expresión. En la hornacina central vemos cómo dos ángeles sostienen el Santo Rostro.
La historia de este templo tiene miga. En 1613, mientras la beata Ana María Rubio rezaba, se le manifestó el Santo Rostro en un cuadro pequeño que usaba como objeto de sus plegarias. La devoción por el Santo Rosto fue creciendo, incluso entre vecinos de otras localidades en la comarca, ya que las fiestas en su honor coincidían con una feria de ganado importante a la que acudía mucha población foránea. Semejante fervor culminó con la construcción de la ermita, que fue sufragada con las aportaciones de vecinos y devotos de otros pueblos como Villarrobledo. El arquitecto fue Jaime Bort y a la vista está que el resultado fue una maravilla.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
Las loas que le hemos dedicado a la ermita del Santo Rostro no pretenden hacer de menos la parroquia del pueblo. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es un templo fantástico y uno de los imprescindibles que ver en Honrubia. En su exterior se puede apreciar el estilo renacentista, destacando su torre de cuatro cuerpos o sus dos portadas. La del mediodía es muy bonita, con sus arquivoltas y blasones. En el interior predomina el barroco, con el órgano y el coro como elementos más representativos.
Esta iglesia ha sufrido varias reformas a lo largo de su historia. La más importante, seguramente, fue la producida tras un incendio a finales del siglo XVIII. La catástrofe dejó el edificio en un estado ruinoso, por lo que, tras la reconstrucción, su aspecto cambió mucho.
También nos acercamos a ver un par de ermitas más en nuestra visita a Honrubia. Son pequeñas, pero tienen su encanto. La primera es la ermita de San Cristóbal, patrón de los transportistas. Dado que esta localidad está tan bien comunicada, es normal que se le tenga devoción a este santo. Para su festividad, el 10 de julio, se celebra una procesión hasta la ermita, donde los camioneros, conductores y sus vehículos son los grandes protagonistas. Luego está la ermita de San Isidro, realizada en mampostería con sillares en las esquinas y en la portada de medio punto. Consta de una pequeña espadaña hecha de ladrillo. Se encuentra en el monte Cerezo.
El monte Cerezo, dando cobijo a Honrubia
Pegado al núcleo urbano en su parte norte existe un cerro poblado por un pinar extenso. Es el monte Cerezo, lugar de recreo para los vecinos de Honrubia. Posee varios senderos para pasear, zona de barbacoa con mesas, parking para camiones y, como hemos mencionado antes, la ermita de San Isidro. Ni qué decir tiene que las vistas al pueblo desde lo alto de este promontorio son geniales. Antes de pasear por el monte Cerezo comimos en el hotel restaurante Marino, ubicado en el área de servicio más cercana a Honrubia. Muy recomendable. Todo un acierto que nos vino genial para coger energía con el fin de patear bien el cerro.
Hay muchos más rincones interesantes que ver en Honrubia, tanto en su casco urbano como en su término municipal. Algunos ejemplos pueden ser la casa de Abajo, la placilla donde está la losa de «El Perul» o las inmediaciones del embalse de Alarcón, que se encuentra muy cerca del pueblo, ocupando parte del término. Merece la pena reseñar el paraje de «Las Monjas», hoy de titularidad privada, el cual consta de ermita y hasta un monumento al tractor. Se llama así porque antaño se ubicó un convento, ahora anegado por las aguas del embalse. Como se puede apreciar, Honrubia alberga multitud de encantos, tanto arquitectónicos como naturales. Si a eso se le suma su comunicación magnífica, nos queda un pueblo que hay que visitar sí o sí.
Cómo llegar a Honrubia
Ya lo hemos mencionado anteriormente, se puede llegar a Honrubia por la autovía de Valencia o A-3 y por la Nacional III. A través de la primera, si vienes desde Madrid, tras dejar atrás pueblos como Tarancón, Saelices, Montalbo, Villares del Saz, La Almarcha o Castillo de Garcimuñoz; si aterrizas desde Valencia, serán localidades como Minglanilla, Rubielos Altos o Atalaya del Cañavate las que saludes al pasar. Desde la N-III lo normal es venir desde Valencia, ya que el tramo que viene de Madrid está unificado con la autovía; en este sentido, villas como la de Alarcón o Motilla del Palancar suelen ser puntos de partida.
Hay una manera menos conocida de llegar, y es a partir de la carretera CM-3112, la cual nace en San Clemente para desembocar en la propia Honrubia, pasando por pueblos como Villar de Cantos o El Cañavate. A través de camino también es posible aterrizar desde Santa María del Campo Rus. Posee una población de 1530 habitantes (INE 2022), los cuales pertenecen a la comarca de La Mancha.
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Buenos días en los años 1800 cañada del junco hoy cañada juncosa , eran varios barrios m puede explicar gracias