Cañaveras, entre cuevas y pinos
¿Da más placer visitar un pueblo pequeño que te sorprende por sus lugares de interés o una ciudad con más monumentos y fama reconocida? Es distinto, está claro, pero a nosotros esas poblaciones reducidas nos llenan mucho. Nos parece el caso de Cañaveras, en la Alcarria conquense. Su núcleo urbano no es grande y tampoco supera los 250 habitantes, pero ofrece al turista múltiples encantos: cuevas, templos, restos de fortalezas, buena hostelería… Hoy queremos reivindicarlos y ponerlos en alza porque lo merecen. ¿Nos acompañas?
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Siguiendo esta línea, nosotros le damos mucho valor al número de puntos de interés con respecto al tamaño de un pueblo. Por ejemplo, Cañaveras tiene una ermita espectacular ubicada en un pinar y con vistas magníficas al pueblo y la comarca. Tiene también un cerro en el núcleo urbano que está poblado de cuevas y en cuya cima se encuentran los restos de un castillo. Consta también de plazas hermosas con edificios simbólicos como la iglesia o el ayuntamiento. Si a esto le sumamos una comunicación excelente por carretera, forma un conjunto que reúne todas las características necesarias para disfrutar de un zascandileo inolvidable.
A pesar de esto, nos apetece explicar más detalladamente todas sus bondades, incluida la profunda devoción que se tiene hacia la Virgen del Pinar, hecho que tiene más de 800 años de historia.
No es fácil saber por dónde empezar en este pueblo. Son muchos lugares los que nos sorprendieron, incluido un bar con una terraza genial, pero tenemos que ser sinceros.
La ermita de Nuestra Señora del Pinar
Nuestro sitio preferido en Cañaveras fue la ermita de Nuestra Señora del Pinar (s. XVI), que alberga a la patrona de la villa. Se halla a poco más de un kilómetro del casco urbano en un extenso pinar, valga la redundancia, a casi mil metros de altura. Posee una sola nave, aunque se podría considerar que son tres si contamos las laterales, pero son tan estrechas que nos hacen dudar. En su interior alberga pequeñas joyas como su cúpula de media naranja en la cabecera o la alfombra de la Virgen del Pinar (s. XVIII), recientemente restaurada.
Del mantenimiento del templo y su área se encarga la Hermandad de Nuestra Señora del Pinar, fundada en 1847, la cual integran un buen número de vecinos de Cañaveras. Por regla general, el último domingo de mayo se celebra una romería multitudinaria hacia esta ermita, la cual es organizada por la Hermandad, así como las fiestas patronales y otros cultos. Hay que tener en cuenta que no solo en el pueblo se tiene devoción por la Virgen de Pinar, es algo que une a buena parte de las localidades de alrededor en la comarca.
En 1889 se edificó aneja a la iglesia la casa del Santero. Aquí residía la figura del santero, el cual cuidaba el templo y tenía atribuidas otras tantas funciones. Este inmueble es propiedad de la Hermandad, aunque actualmente está cedido a la Asociación Cultural El Pinar de Cañaveras. De hecho, la idea es que en el futuro sea una casa museo. Por el momento podemos visitar en su interior una exposición histórica sobre Nuestra Señora del Pinar.
Otro de los lugares que nos impresionó en Cañaveras fue el cerro del Castillo. Aunque parezca mentira, se encuentra en el interior de la población, conviviendo con los vecinos y ofreciendo su acceso para que los turistas puedan maravillarse con sus vistas. Dispone de dos elementos imprescindibles que ver en Cañaveras: las cuevas y los restos del castillo.
En este cerro se ubicó un poblado durante la Edad de Hierro. A día de hoy no quedan restos, pero sí de la posterior fortaleza medieval que se levantó. Tampoco son muchos, no vamos a engañar a nadie. Se conservan vestigios de los cimientos y muros del castillo. En el lado del cerro que da al noroeste se ubican las cuevas de vino. Antaño sirvieron de vivienda a los vecinos del pueblo, pero en la actualidad aquellas cuevas que no están derruidas o abandonadas sirven para elaborar vino y suponen un lugar de reunión estupendo, sobre todo cuando hay temperaturas altas.
La iglesia parroquial de San Martín
El principal monumento de Cañaveras es su iglesia parroquial, erigida en honor al patrón del pueblo, San Martín Obispo de Tours. A pesar de que su construcción se inició a mediados del siglo XVI, no finalizó hasta ya bien entrado el siglo XVII. De estilo renacentista, consta de tres naves de considerables dimensiones. Por fuera podemos destacar su torre de tres cuerpos o las dos portadas.
En la plaza a la que se accede por la avenida de la Virgen del Pinar podemos encontrar una fuente decorada con figuras que representan caballos, aunque cuando fuimos nosotros no tenía agua. Al otro lado bajando las escaleras que dan al atrio se encuentra el ayuntamiento de Cañaveras, otro de los edificios más representativos de la villa. En este espacio hay otra fuente de piedra de gran belleza.
Ermita de San Antonio Abad
También en el núcleo urbano de Cañaveras se encuentra la ermita de San Antonio Abad, levantada en 1846. Quizás esté opacada por los otros dos grandes templos de la localidad, pero es un edificio religioso que también merece la pena ver en nuestra visita.
Si esta visita ya la rematamos tomando algo en el bar Los Canos, podemos redondear la experiencia. Su terraza nos parece una de las más espectaculares de la provincia de Cuenca, sobre todo por las vistas. Todo un acierto.
En definitiva, hay suficientes puntos de interés que ver en Cañaveras como para pasarse a zascandilear. Otro tesoro más que sumar a la provincia de Cuenca. Además, no hay excusa para no visitarlo dada su buena comunicación.
Cañaveras es una de las localidades mejor comunicadas de su comarca. Dos son las arterias principales que abrazan su casco urbano. La más importante es la Nacional 320, que conecta la ciudad de Cuenca con la Comunidad de Madrid, concretamente con la autovía A-1 a la altura de Venturada. Circula por la zona oriental y septentrional de la Alcarria conquense hasta adentrarse en el territorio guadalajareño de la misma comarca. La otra vía de importancia que pasa por Cañaveras es la CM-310. Pese a no tener la categoría de «carretera nacional» como la recién citada, su longitud y ubicación no la hace menos importante. Nace en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y, tras un breve paso por la provincia de Toledo, se adentra en la provincia de Cuenca saludando lugares de importancia de la Mancha y la Alcarria como Villamayor de Santiago, la ciudad romana de Segóbriga, Huete, La Peraleja o Villaconejos de Trabaque, hasta desembocar finalmente en un pueblo precioso: Albalate de las Nogueras.
Posee una población de 97 habitantes (INE 2022), los cuales pertenecen a la comarca de La Alcarria.
SOBRE NOSOTROS
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Muy bonito e ilustrativo ya es hora q alguien publique las cosas bonitas de nuestro pueblo y provincia enhorabuena por el reportaje
Muchas gracias por tus palabras, Pedro. Un saludo.
Excelente artículo, muchas gracias por poner la atención en nuestro maravilloso pueblo.
Para la próxima visita os queda pendiente la Dehesa, la plaza del Coso o la Vega 🙂 Aquí os esperamos!!
Muchas gracias a vosotros por vuestras palabras. ¡Eso está hecho! Un saludo.