Castillo-Albaráñez, la fortaleza que desapareció

Pocas ocasiones hemos visitado un pueblo en el que un monumento le da nombre, más aún cuando esa construcción ya no existe. Es el caso de Castillo-Albaráñez, cuya denominación uno se puede ya imaginar de dónde proviene. Lo malo es que de esa antigua fortaleza apenas quedan vestigios. Aun así, esta pequeña localidad merece la pena por otros puntos de interés que se reparten dentro del casco urbano y en el término municipal. Naturaleza y arquitectura por la Alcarria, no es mal plan ni mucho menos.

¿Qué tiene que ver Castillo-Albaráñez con el Cid?

Más que con el Cid, esta villa tiene mucho que ver con Alvar Fáñez, conocido también como Minaya. El famoso «Cantar de Mio Cid» recoge que este personaje histórico fue lugarteniente, amigo y familiar de Rodrigo Díaz de Vivar, es decir, el Cid Campeador. En el año 1111 esta población es tomada por Alvar Fáñez, pero por aquel entonces el Cid ya había muerto en Valencia. De hecho, la relación entre estos guerreros se da primordialmente cuando ambos combaten para el rey Sancho II de Castilla, por lo que la relación de este pueblo con el Cid podemos decir que es escasa.

Bienvenidos a Castillo-Albaráñez

El personaje primordial de este pueblo es Alvar Fáñez, el cual da nombre a su castillo y a la propia localidad.

Qué ver en Castillo-Albaráñez

Hay varios lugares de interés que mencionar en esta publicación, pero ya que estábamos hablando de la fortaleza a la que dio nombre Alvar Fáñez conviene seguir con ello.

El castillo de Albaráñez

Alvar Fáñez mandó reconstruir la fortaleza que en su día tuvo origen en el siglo VIII, denominándose castillo de Albaráñez. Se ubica o, mejor dicho, se ubicaba en un cerro situado junto al núcleo urbano. A día de hoy los únicos restos que quedan son las cuevas subterráneas que se reparten por el promontorio. De lo que es la fortaleza en sí ya no queda nada, de hecho se usaron sus piedras en la construcción de la iglesia. La mayoría de las cuevas de vino que se pueden apreciar se encuentran en muy mal estado.

Olivos y al fondo el cerro del Castillo

Eso sí, merece la pena subir a lo alto, donde una vez estuvo situado el castillo, para apreciar las vistas magníficas que ofrece. A modo de curiosidad, este cerro también tiene su propia leyenda de la Mora Encantada, como tantos otros pueblos de Cuenca. Aparece cada cien años y, según los vecinos, en los años sesenta se le apareció a un pastor.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

Sí, antes hemos citado que se utilizó piedra del castillo para ayudar en la construcción de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI), el monumento más importante que ver en Castillo-Albaráñez. En concreto se usaron para realizar la espadaña, quizás su elemento más hermoso y destacable. Consta de tres huecos con arco de medio punto para las campanas. Su portada también es de medio punto con dovelas lisas.

La espadaña de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Posee una sola nave dividida en cuatro tramos. En su interior merece la pena reseñar la capilla dedicada a San Antonio, que es de gran belleza. También destacan las nueve tablas del Vía Crucis colgadas en la sacristía.

La ermita de Santa Lucía

De momento no nos marchamos lejos. Fuera de la iglesia se puede apreciar un crucero de piedra y en la plaza donde se ubica existen también dos elementos a contemplar. Por un lado la casa consistorial, dividida en consultorio y ayuntamiento. Por otro lado una casa señorial con escudo en su portada, probablemente el inmueble de mayor interés que ver en Castillo-Albaráñez.

Crucero de piedra junto a la iglesia

A muy poca distancia de la iglesia se ubica la ermita de Santa Lucía (s. XVII), templo también de carácter sencillo y recogido, como la iglesia de la Asunción. Posee un retablo fechado en 1672 y prácticamente ningún elemento arquitectónico estético, pues bien podría parecer un inmueble más del pueblo. Anejo se encuentra el cementerio municipal. Santa Lucía es la patrona de Castillo-Albaráñez, sus fiestas patronales se celebran el segundo sábado de agosto, cuando la imagen se lleva en romería a la iglesia. Cuando finalizan las fiestas es devuelta a la ermita. Realmente Santa Lucía es el día 13 de diciembre y el pueblo celebra otro festejo, menos multitudinario debido a la fecha, eso sí. En el parque se hace una hoguera en honor a la patrona y se prepara una barbacoa.

Ermita de Santa Lucía

El Pilar y los humilladeros

En los extremos del núcleo urbano, concretamente en las entradas al pueblo, se pueden apreciar dos humilladeros dedicados a la Virgen del Pilar y a Santa Rita. También existen en las cercanías del pueblo más ejemplos de cuevas-bodega, pues no solo se ubican en el cerro. Eso sí, comparten con ellas el estado de abandono casi en su totalidad.

Uno de los dos humilladeros ubicados en Castillo-Albaráñez

Ya más lejos de la población se ubica el Pilar. Hace décadas era un lugar muy concurrido, ya que no existía agua corriente en el pueblo y aquí se podía obtener porque de su emplazamiento manaba mucha agua. De hecho esta fuente posee dos caños y también un lavadero anejo denominado la Poza. Además, consta este emplazamiento de una zona con merendero, aunque cuando lo visitamos no se encontraba en muy buenas condiciones.

Una de las fuentes que podemos encontrar en el municipio

La Piedra Llana, la Piedra del Gredal y las sepulturas

Seguimos alejándonos del casco urbano. Llegando por la carretera desde Arrancacepas observamos una gran piedra cuya parte superior era totalmente plana. Es la llamada Piedra Llana, a la cual se puede subir sin mayores dificultades. Se encuentra pegada a la carretera a medio camino entre las dos localidades, a menos de dos kilómetros de Castillo-Albarañez. Otra roca que destacar en el término municipal es la Piedra del Gredal, la cual tiene un enorme hueco en el cual, según la tradición, se hallaba una campana que se tocaba cuando ocurría algún contratiempo en el pueblo.

Vistas desde la cima de la Piedra Llana

Otro de los lugares que uno no debe perderse en el término municipal es el de las sepulturas. Son varias tumbas, cuyo origen es incierto, excavadas en la roca. La teoría más extendida es que son de época árabe, aunque la falta de documentación al respecto evita que podamos confirmarlo.

Como se puede apreciar, pese a tener un casco urbano muy reducido, Castillo-Albaráñez ofrece al visitante diferentes puntos de interés que lo hacen un destino apetecible.

Cómo llegar a Castillo-Albaráñez

La carretera CUV-2122 es la mejor opción para llegar al pueblo. Parte de la N-320 entre las poblaciones de Cañaveras y Villar de Domingo García, para desembocar en la CM-310 junto a Olmeda de la Cuesta. Castillo-Albaráñez se ubica en esta vía entre las localidades de Arrancacepas y Olmedilla de Eliz. Posee una población de 22 habitantes (INE 2022), los cuales pertenecen a la comarca de la Alcarria.