Villahermosa, tesoro en el Campo de Montiel
Elegido Pueblo Más Bonito de Castilla-La Mancha en 2018 por el conocido programa de CMMedia, Villahermosa sorprende al visitante con un patrimonio arquitectónico espléndido. A sus múltiples casas señoriales, hay que sumar un buen número de edificaciones religiosas. Merecen especial dedicación el santuario de Nuestra Señora de la Carrasca y la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Acompáñanos a contemplar esta preciosa villa del Campo de Montiel. No te decepcionará.
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Cómo llegar a Villahermosa
Aterrizamos en esta localidad desde la provincia de Albacete, en concreto veníamos desde el Nacimiento del Río Mundo. Lo hicimos a través de la carretera CM-412, una de las vías más importantes del sur de Castilla-La Mancha. Atraviesa la provincia de Ciudad Real pasando por su capital y por pueblos de calado como Almagro, Valdepeñas o Villanueva de los Infantes, hasta que cruza a tierras albaceteñas. En esta provincia discurre dejando atrás importantes municipios como Riópar, Elche de la Sierra o Hellín, para morir en la ilustre villa de Almansa. Otras vías que podemos utilizar para llegar son la CR-640, la CR-P-6421 o la CM-3127, que conectan Villahermosa con Ossa de Montiel, Carrizosa o Montiel. Posee una población de 1772 habitantes (INE 2022), los cuales se encuadran en la comarca del Campo de Montiel. Existen dos pedanías de Villahermosa, situadas a unos doce kilómetros en dirección a Villanueva de la Fuente: Santa María y Cañamares.
Qué ver en Villahermosa
Estacionamos el auto en la plaza de España, centro neurálgico de Villahermosa. Ante nosotros se encontraba el templo más importante de la localidad: la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (s. XV-XVI). Declarada Bien de Interés Cultural, este edificio religioso de estilo gótico es una auténtica joya arquitectónica. Por fuera merece la pena reseñar la puerta del Perdón, auténtica obra maestra, y su poderosa torre de más de cuarenta metros de altura.
El interior es de una sola nave con planta de salón. Está cubierto por cuatro espectaculares bóvedas góticas. El templo alberga varios tesoros, como por ejemplo su órgano barroco, activo desde 1747, o el museo Parroquial. Es posible destacar el Monumento de Semana Santa (s. XVII), conjunto pictórico único en España. Representa la Pasión de Jesucristo en más de treinta lienzos.
Casas señoriales en Villahermosa
En la plaza de España también se encuentra la casa Márquez (s. XVII), cuya balconada de madera es digna de contemplar. Giramos por la calle Encomiendas para ver otro importante inmueble señorial, la casa de la Encomienda (s. XV). Destacan en su fachada el escudo de la Orden de Santiago y su portada de cantería. Albergaba al comendador de la Orden de Santiago, función que cumplieron otras casas, en distintas épocas, en puntos tan lejanos como Villamayor de Santiago.
Muy cerca, en la misma vía, se halla la casa del Arco (s. XVI). La portada consta de un hermoso arco de medio punto compuesto por sillares de piedra, en uno de los cuales se encuentra tallado un escudo con la cruz de Caravaca. Media vuelta para seguir por la calle Feria y observar la casa del Marquesado o casa de Alejandro Molina (s. XVII). De este inmueble proviene una leyenda sobre un hombre que partió a las Américas, comprándole a su hermana un traje de plata, pero al llegar había fallecido y quiso exhumarla para ponérselo.
Ermitas de Villahermosa
Torcemos por la calle del Oro hasta desembocar en la calle Mercado. Echamos un vistazo a la casa del marqués de Mudela (s. XVI), que en la actualidad es un restaurante/casa rural. Perteneció al primer marqués de Mudela, Francisco de las Rivas. Continuamos por la calle San Agustín. Aquí se ubican dos edificios importantes. Primero, la casa palacio del Marqués de Montenuevo y Ordoño. Segundo, la ermita de San Agustín, dedicada al patrón del pueblo. Su portada renacentista-marianista es una de las joyas que ver en Villahermosa.
Seguimos por la calle Cervantes hasta calle Ramos Poblador. De nuevo, ante nosotros, otra de las múltiples casas solariegas que conforman el rico patrimonio civil de la villa. En este caso nos referimos a la casa de la Familia Poblador (s. XVII), realizada en muros de sillería. La portada consta de arco adintelado con un escudo en el cual se puede apreciar la abreviatura de «Jesús». La rejería existente en balcón y ventanas es admirable, destacando el remate de las ventanas con la cruz de Calatrava.
A partir de aquí, volvimos a la plaza para tomar el auto y realizar una ruta de ermitas de lo más interesante. Por la calle Cura Vicario aterrizamos frente a la ermita del Santo Cristo del Pretorio. Sus reducidas dimensiones son embellecidas con un coqueto porche. A pocos metros está la ermita de San Sebastián, encalada y también con un precioso porche de entrada sujeto por dos troncos en forma de columna. Muy curioso.
Nos montamos de nuevo en el coche para coger la avenida de Castilla-La Mancha y después la calle Encomienda para salir a las afueras en dirección Ossa de Montiel. Allí nos esperaba la ermita de San Antonio Abad. Consta de una estructura parecida a las dos anteriores, aunque sus dimensiones son algo más grandes. A escasos metros, una construcción con forma de molino de viento. Vuelta al núcleo urbano para volver a coger la avenida de Castilla-La Mancha. Antes de tomar la carretera CM-412, nos desviamos por la calle Infante Enrique de Aragón y contemplamos la ermita de Santa Ana, cuya característica principal es el color blanco que impregna toda su construcción.
Retornamos sobre nuestros pasos para tomar la carretera rumbo a Montiel. Giramos a mano derecha por la calle Virgen de los Dolores para fotografiar el templo homónimo. La ermita de la Virgen de los Dolores deshace un poco el patrón que posee la estructura de las otras ermitas, pues no tiene porche. En su lugar, sobre la portada, se alza una pequeña espadaña de ladrillo con hueco para un campanil.
Santuario de la Virgen de la Carrasca, un imprescindible que ver en Villahermosa
Rumbo a Carrizosa para finalizar la excursión a Villahermosa en su lugar más especial. Hablamos del santuario de la Virgen de la Carrasca. Se encuentra a catorce kilómetros del pueblo. El dato diferencial es que también es plaza de toros, algo de lo más peculiar, como demuestra que es el único de la provincia de Ciudad Real, junto con el de Las Virtudes, en Santa Cruz de Mudela. Se ubica en un hermoso entorno natural.
La ermita se levantó en el siglo XVII. Posee planta de salón, destacando en su interior el retablo y la reja del siglo XVIII. La imagen es conocida como «La Morenilla», debido al color de piel de la Virgen. Tuvimos la inmensa suerte de que una amable mujer nos abrió el complejo y nos informó al respecto. Le estaremos siempre agradecidos. El patio que hace las veces de plaza de toros está rodeado por habitaciones que servían de hospedaje a los peregrinos. El segundo fin de semana de septiembre se organiza una multitudinaria romería, la Carrasca, donde se lleva a la Virgen al santuario, después de que haya estado en el pueblo, aproximadamente, desde el último fin de semana de abril.
Las Lagunas de Ruidera en Villahermosa
En el término municipal de Villahermosa, a unos dieciséis kilómetros, se encuentra la laguna Blanca, primera de las lagunas de Ruidera. Si bien es verdad que las lagunas se asocian a las localidades de Ossa de Montiel y Ruidera, no conviene olvidar que una pertenece a Villahermosa, aunque el baño no esté permitido como en otras. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera abarca más municipios como Argamasilla de Alba, Villanueva de los Infantes o Tomelloso.
De este modo, en un lugar de lo más especial, ponemos el broche de oro a nuestro zascandileo por Villahermosa. Como se ha podido leer, su patrimonio, tanto religioso como civil y natural, es impresionante. Motivo por el cual recomendamos encarecidamente la visita. Si lo haces en fechas de la romería citada, vivirás una experiencia increíble. Ojalá podamos volver pronto.
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