Villanueva de los Infantes, el adiós de Quevedo
Es uno de los pesos pesados en la provincia de Ciudad Real y en toda Castilla-La Mancha. Hoy vamos a contar nuestra excursión a un pueblo sencillamente espectacular, como bien demuestra su categoría de Conjunto Histórico-Artístico. Villanueva de los Infantes posee un pasado esplendoroso, siendo el epicentro cultural de la comarca y la región de la Mancha durante el Siglo de Oro y posteriores. Su patrimonio arquitectónico es abrumador, repleto de templos y casas señoriales. ¿Nos acompañas a descubrir esta maravilla? ¡Empezamos!
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Cómo llegar a Villanueva de los Infantes
La vía más importante que circula por la localidad es la CM-412. Esta nace en las cercanías de Porzuna para viajar hasta la provincia de Albacete y concluir en Almansa. Otros importantes municipios que deja atrás son Ciudad Real, Valdepeñas, Villahermosa o Hellín. Otras carreteras que se introducen dentro del núcleo urbano de Villanueva de los Infantes son la CM-3127, la CM-3129 o la CR-632. Sirven como nexo de unión para viajar a pueblos cercanos como La Solana, Cózar, Almedina, Alhambra, Montiel o Carrizosa. Posee 4828 habitantes (INE 2022), los cuales pertenecen a la comarca del Campo de Montiel. Circula por el municipio el río Jabalón.
Qué ver en Villanueva de los Infantes
Estacionamos el auto en la calle Antonio Machado. Lo primero que hicimos es bajar a la calle Monjas Franciscanas para torcer a la derecha y desembocar en la plaza de la Fuente Vieja. En ella se ubica el convento de Franciscanas. Fue fundado en 1521, siendo el más antiguo de la localidad. Conserva la iglesia del Corpus Christi, de la cual merece la pena reseñar sus hermosos retablos, en especial el Eucarístico.

Convento de Franciscanas, en la plaza de la Fuente Vieja
Volvemos a la calle Rey Juan Carlos I para contemplar el primero de los edificios civiles de la población. Nos referimos a la casa de Don Manolito (s. XVI). Su dueño fue D. Fernando Ballesteros Saavedra, alcalde de Villanueva de los Infantes y gobernador del Campo de Montiel. Actualmente es un centro de día de mayores. Unos metros más adelante nos topamos con el palacio de los Ballesteros (s. XVI), uno de los más grandes de la villa. Destaca su maravillosa fachada de dos pisos.

Palacio de los Ballesteros
A mano izquierda tomamos la calle Don Tomás el Médico. En la esquina con la calle Jacinto Benavente se halla la casa de la Pirra. Este inmueble de dos plantas asombra por su balcón con púlpito en el esquinazo. Mención especial merece también su patio interior cuadrado con ocho columnas de orden dórico. En la esquina de enfrente se encuentra la segunda casa de los Bustos. Difiere de su compañera en el color rojizo de sillares y ladrillos, así como por sus escudos en portada y esquina.

Casa de la Pirra, con su característico púlpito
Allí donde murió Quevedo, el convento de Santo Domingo
Caminamos recto hasta que aterrizamos en la plaza de San Juan. En este lugar descansa uno de los edificios religiosos más importantes en Villanueva de los Infantes. El convento de Santo Domingo se fundó en 1526 y se clausuró en 1844 con la desamortización de Mendizábal. A día de hoy se conserva el claustro y la celda donde falleció Francisco de Quevedo en 1645. El famoso literato, uno de los más importantes de la historia española, llegó desde su señorío en Torre de Juan Abad buscando cuidados médicos, pero falleció a los pocos meses. También se conserva la iglesia de Santo Domingo (s. XVII). Posee una sola nave con planta de cruz latina y tres capillas en los laterales. Destaca su retablo barroco y los hermosos frescos ubicados encima de él.

Interior de la iglesia de Santo Domingo
Desde esta plaza salen numerosas calles. Tomamos Cervantes, la vía donde se acomodaron las familias nobles, para acercarnos a la casa palacio de Rebuelta. Se halla justo en paralelo a la casa del Duque de San Fernando, visible por el escudo ubicado en la esquina de la calle homónima con la calle Fuentes. Seguimos por la calle Cervantes, para toparnos con el antiguo convento de la Encarnación, fundado por la orden dominica en 1598. Su portada con relieve de la Anunciación es preciosa. A día de hoy tiene funciones de auditorio municipal. Sin duda, uno de los imprescindibles que ver en Villanueva de los Infantes.

Fachada del antiguo convento de la Encarnación
A los pocos metros dimos con la oficina de turismo y con el museo de Arte Contemporáneo «El Mercado». Es sede de la Colección Himalaya, con obras de Miquel Barceló, Juan Genovés, Jaume Plensa, Eduardo Úrculo y mucho más artistas. Alberga también un espacio gestionado por la Asociación Arteaga Alfaro, donde se pueden apreciar obras de autores locales. En el mismo tramo de calle contemplamos el palacio del Marqués de Melgarejo. Caímos enamorados de su preciosa fachada de dos pisos. El inferior con columnas dóricas y el superior de orden jónico, flanqueadas por los escudos familiares. Merece la pena mencionar también su patio central y la escalera imperial del siglo XIX.

Palacio del Marqués de Melgarejo, en la calle Cervantes
En la siguiente esquina dimos con la casa del Caballero del Verde Gabán. Según la tradición sale descrita en la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de Miguel de Cervantes y la literatura española. Torcimos por la calle Jacinto Benavente hasta llegar a la calle Santo Tomás. En esta vía hay un buen número de inmuebles señoriales, como la casa de la Inquisición, de la cual apenas se conserva la portada con el escudo propio de la institución. Perteneció al inquisidor Bartolomé Lucas Patón.

Casa de la Inquisición, en la calle Santo Tomás
En la esquina con Jacinto Benavente encontramos la casa de Santo Tomás de Villanueva, patrón de la localidad. Destaca el escudo arzobispal y la placa conmemorativa por el IV centenario de su fallecimiento. Justo enfrente el oratorio del propio Santo Tomás. Bajando por la misma calle llegamos a la casa de los Estudios, cuyo patio es una auténtica maravilla. En esta vivienda dio clases el gramático Bartolomé Jiménez Patón, maestro de humanidades y retórica, y amigo de Francisco de Quevedo. Tomamos la calle Ramón Herrera hasta la plaza Doctor Alberdi. Donde se halla la vivienda más monumental de Villanueva de los Infantes. Hablamos de la casa del Arco (s. XVII). Su fachada es sencillamente espectacular.

Casa del Arco, la más espectacular de la localidad
Ya estaba apretando el hambre, por lo que decidimos tomarnos un pequeño descanso del zascandileo para reponer fuerzas. Elegimos el restaurante La Fonda de Quevedo, y el resultado no pudo ser mejor. Muy recomendable. Como el establecimiento se encontraba en la calle Quevedo, no tardamos nada en llegar al centro neurálgico de la villa. La plaza Mayor de Villanueva de los Infantes data del siglo XVII y es de estilo neoclásico.
Don Quijote y Sancho nos saludan en la plaza Mayor
Alberga dos de los edificios más importantes que ver en Villanueva de los Infantes. En primer lugar el ayuntamiento, impresionante construcción de tres alturas donde destacan los inconfundibles arcos de medio punto del piso inferior. En segundo lugar la iglesia parroquial de San Andrés, cuya imagen se cobija en la tremenda fachada principal con escudo de los Austrias. En su interior, además de una potente mezcla de estilos, podemos contemplar numerosas capillas como la Bautismal, la de los Caballeros de la Orden de Santiago, la del Santísimo, la de Santo Tomás o la de la familia Busto, en cuya cripta estuvo enterrado Francisco de Quevedo. No se puede ir uno sin contemplar el espectacular púlpito del siglo XVI.

Interior de la iglesia parroquial de San Andrés
Presiden la plaza las esculturas de Don Quijote, Sancho Panza y sus respectivas monturas, fuente de innumerables fotografías. A escasos metros de la misma, otras dos joyas civiles de la localidad. El hospital de Santiago (s. XVII), de estilo barroco, fue fundado por la Orden de Santiago. Aneja a sus paredes se encuentra la capilla del Remedio. Se encuentra en la calle Ramón y Cajal. El otro inmueble del que hablamos es la Alhóndiga (s. XVI). En su origen funcionó como casa de contratación y pósito, aunque a lo largo de su historia ha tenido más usos, como el de cárcel. Resulta obligatorio reseñar su hermoso patio interior de poderosas columnas con capiteles toscanos. En estos pilares todavía pueden verse inscripciones de los presos, de sus tiempos como cárcel.

Esculturas de Don Quijote y Sancho Panza en la plaza Mayor
Volvimos de nuevo al auto para viajar motorizados en la recta final de nuestra visita a Villanueva de los Infantes. En una primera etapa no salimos del núcleo urbano. Primero visitamos, al este del pueblo, la ermita de San Miguel y San Cristóbal (s. XVI). Posteriormente nos tocó cruzar hasta el otro extremo, utilizando la calle Fray Tomás de la Virgen como nexo de unión, hasta desembocar en la plaza de la Trinidad, donde se encuentra el antiguo convento de Trinitarios (s. XVII). Hoy en día podemos admirar la iglesia de la Trinidad, en cuyo interior se encuentra la talla barroca de Nuestro Padre Jesús Rescatado, en gran estado de conservación.

Ermita de San Miguel y San Cristóbal
Santuario de Nuestra Señora de la Antigua
Antes de llegar a nuestro siguiente destino, a varios kilómetros del casco urbano, hicimos parada en la ermita de Jesús en Pie, ubicada en las afueras del pueblo, hacia la parte occidental. Posteriormente conducimos hacia el sur durante cinco kilómetros por un camino asfaltado, siguiendo las indicaciones de nuestro amigo Google. Finalmente llegamos a nuestro destino, el santuario de Nuestra Señora de la Antigua, la imagen más venerada del municipio.

El precioso patio porticado del santuario de Nuestra Señora de la Antigua
La estructura del edificio ha sufrido diversas remodelaciones, algunas recientes. Nada más entrar observamos el precioso patio porticado organizado en dos cuerpos. Su iglesia es una auténtica joya, empezando por su portada barroca. Posee nave única con bóveda de cañón con lunetos. El retablo mayor también es barroco. Consta de columnas salomónicas y escudos de Santiago. En el centro se puede observar el camarín de la Virgen de la Antigua, cuya imagen data del siglo XIII.

Interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua
Yacimiento de Jamila
Por esta zona se halla el río Jabalón, existiendo en una meseta cercana, hace siglos, un poblado denominado Jamila, a tan solo un kilómetro del santuario de Nuestra Señora de la Antigua. En la actualidad se puede visitar un yacimiento donde destaca un gran edificio rectangular, compuesto por un espacio principal y una nave lateral. La zona principal es lo más llamativo, pues se pueden apreciar los restos de las catorce columnas centrales que lo atravesaban. Según los estudios, esta aldea no fue abandonada, si no que probablemente sufriera un grave incendio por la cual quedó deshabitada. Como se puede comprobar, este pueblo tiene muchos y muy variados atractivos para hacer turismo.

Yacimiento de Yamila, con sus columnas cilíndricas
Hasta aquí nuestra visita a Villanueva de los Infantes. Sin duda, uno de los destinos más importantes en lo referente al turismo de interior en España. Toda una villa señorial repleta de espectaculares manifestaciones arquitectónicas, tanto civiles como religiosas. Un pasado glorioso regado con la estadía de diversos personajes históricos como Francisco de Quevedo. ¿Todavía no has visitado Infantes? ¿A qué esperas? No te defraudará.
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