Casas-Ibáñez, capital de La Manchuela
Esta es la historia de un lugar al que fuimos a comer y del pueblo donde se ubica. Teníamos en el radar el restaurante Cañitas Maite desde que arrasó en Madrid Fusión 2021 llevándose los premios a cocinero revelación, mejor croqueta y mejor escabeche; así que decidimos darnos un homenaje y de paso visitar Casas-Ibáñez, localidad que lo acoge. Esta villa es el centro neurálgico de La Manchuela y, además de tener una oferta gastronómica envidiable, ofrece un patrimonio arquitectónico y natural que redondea la experiencia. Cogemos el petate, servilleta incluida, y salimos a zascandilear.
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Dónde comer en Casas-Ibáñez
Javier Sanz y Juanjo Sahuquillo son los cocineros que llevaron a Cañitas Maite a la gloria en aquella edición de Madrid Fusión. Intrigados por aquel boom, acudimos a comer y no podemos negar que fue una experiencia tremenda. Producto y servicio de primera. Nos extenderemos más en otra reseña, que bien lo merece.
No conformes con posicionar Cañitas Maite como un referente de la gastronomía en Castilla-La Mancha, estos dos chefs se atrevieron a dar un paso más abriendo Oba- a comienzos de 2022. Este proyecto es más personal y ambicioso, tan ambicioso que ya han conseguido una Estrella Michelín para el mismo. Estamos hablando de otra liga y de dos muchachos que rondando los veinticinco años llevan una carrera meteórica. De hecho, ya han dado el salto a Madrid, concretamente al Hotel Urban, con el restaurante Cebo.
Tampoco queremos que este post nos quede como una loa en exclusiva a estos dos fenómenos y su equipo, en Casas-Ibáñez existen otros establecimientos donde se pude comer muy bien. Algunos ejemplos son la tapería del Frontón, el hotel-restaurante Aros, el Jardines Bar o la cafetería Alhucemas. No puede faltar tampoco las bodegas existentes en la localidad, por algo nos encontramos en territorio incluido dentro de la Denominación de Origen Manchuela.
Qué ver en Casas-Ibáñez
Es cierto que hay destinos en La Manchuela que son muy pintorescos y atraen mucho turismo, como pueden ser Alcalá del Júcar o Jorquera, pero Casas-Ibáñez se encuentra tan solo a veinte minutos en coche de estos pueblos. No debería pasarse la oportunidad de dar un paseo por sus calles y disfrutar de sus monumentos.
Camino a la plaza de la Constitución: modernismo y la calle Tercia
En la misma vía en la que se encuentran Cañitas Maite y Oba-, la calle Tomás Pérez Úbeda, se ubica el teatro Casas-Ibáñez, importante foco de cultura de la comarca. Tras salir a la calle Teatro, podemos asomarnos al paseo Cañada para deleitarnos con un edificio de estilo modernista. Su fachada con originales colores y formas es de lo más vistoso, parece como si estuviéramos viendo una obra de Gaudí en Barcelona.
La calle Teatro desemboca en la calle Tercia, importante vía que acoge algunos inmuebles de interés. El primero es la casa consistorial de Casas-Ibáñez, que alberga el ayuntamiento de la localidad y la Sociedad Cultural Ibañesa. Posee tres plantas y una bonita fachada pintada en color rojizo, característico de la piedra moliz o arenisca. También, cerca del número veintiocho tenemos otro edificio de tres plantas con unas características esculturas. Debajo de los tres balcones de la primera planta se puede apreciar el rostro de un león, con los soportes del balcón imitando las garras del felino. Muy interesante.
La iglesia parroquial de San Juan Bautista
Desde la calle Tercia parte la calle Mayor, que nos conduce a la plaza de la Constitución. Nada más entrar podemos apreciar en el margen derecho el edificio del mercado con sus soportales, pero la construcción más importante de este espacio está en la otra punta de la plaza. Exacto, nos referimos a la iglesia parroquial de San Juan Bautista (s. XVII).
Este templo de estilo barroco fue construido por Juan Ruiz de Ris, tras continuar la obra que empezó Sebastián Pérez de Ris, fallecido antes de culminarla. Posee nave única con planta de cruz latina y capillas laterales. De estas capillas merece la pena reseñar la de los Ochando (s. XVIII), de estilo rococó. Su aspecto actual dista mucho del original, ya que con el paso de los años ha sufrido diferentes reformas. La principal se emprendió debido al derrumbamiento de la bóveda en 1846. Destaca en el conjunto su imponente torre.
Una plaza de toros levantada por el pueblo
Construida sobre el terreno de un antiguo coso del siglo XIX cerrado tras la Guerra Civil, el actual recinto se ubica en la salida dirección Valencia. Se inauguró en 1957 tras la implicación monetaria y física de los vecinos del pueblo a lo largo de diez años. Todo un ejemplo de trabajo comunal por parte de la villa para lograr su objetivo. Merece la pena reseñar como dato curioso que la plaza de toros de Casas-Ibáñez posee 6000 localidades, número superior al de habitantes que tiene el municipio.
Junto a la plaza de toros se encuentra el parque de Los Pinillos, donde se halla el «Pirulí», monumento que figura en el escudo de Casas-Ibáñez. Se trata de una columna rematada por un capitel piramidal y fue levantada en homenaje al general Valdés. Durante la batalla de los Campos de Serradiel, acudió en ayuda del pueblo frente al ataque de las tropas Carlistas.
Devoción en la ermita de la Virgen de la Cabeza
Antes de abandonar el pueblo por la carretera N-322, dirección Valencia, sale a mano derecha un camino que nos conduce a la ermita del Calvario, coqueta y de reducidas dimensiones. Más importancia tiene para la villa la ermita-santuario de la Virgen de la Cabeza (s. XVII), ubicada a un kilómetro del núcleo urbano entre un denso pinar. Un imprescindible que ver en Casas-Ibáñez.
Tuvimos la inmensa suerte de encontrarnos en su interior a José, que hizo las veces de guía. Nos contó que la devoción original por esta Virgen viene de Andújar (cerro de la Cabeza) y que otros pueblos como Nerpio o Pozoamargo (Cuenca) también la tienen como patrona. La imagen llegó a Casas-Ibáñez hace unos 350 años proveniente de Andújar tras traerla unos soldados.
El templo fue construido, al igual que la iglesia parroquial de San Juan Bautista, por Juan Ruiz de Lis en estilo barroco. Durante la Guerra Civil sufrió varios desperfectos, de hecho la actual imagen de la Virgen de la Cabeza es posterior. También nos dijo José que la ermita suele estar abierta todo el día y que la gente es la que hace el propio mantenimiento del recinto. El parque en el que se encuentra, además de ser una maravilla, cuenta hasta con un pequeño anfiteatro. Sin duda uno de los lugares de mayor interés que posee el pueblo.
El patrimonio natural de Casas-Ibáñez
En 2019 el Valle del Cabriel fue declarado Reserva de la Biosfera. Este río es uno de los más limpios de Europa, de ahí la importancia de la conservación de sus aguas y de los parajes naturales que discurren a su paso, como el parque natural de las Hoces del Cabriel. Este río pasa por el término municipal de Casas-Ibáñez, dejando en sus márgenes varios lugares de interés.
Uno de ellos es la antigua central hidroeléctrica de La Terrera, gran ejemplo de reconversión de funciones. Fue construida en 1901 y estuvo en funcionamiento hasta 1953. A finales de los 80 el Ayuntamiento restauró el edificio y también realizó obras de reacondicionamiento del paraje en el que se encuentra. Actualmente es un aula para el conocimiento medioambiental, donde se organizan actividades relacionadas con la naturaleza. Además, posee zonas de recreo, una hermosa fuente, un refugio circular y algún espacio donde pegarse un chapuzón, con tobogán incluido. Siempre con cuidado, eso sí.
Otro paraje natural muy conocido en el pueblo es el cerro de San Jorge, única elevación de terreno que se localiza en la llanura cercana a su núcleo urbano. Se halla a tan solo dos kilómetros de la población, siendo un lugar de referencia para realizar rutas de senderismo y bicicleta. En este promontorio existen puntos de interés como la cueva de la Mora o el Tacón del Moro, además de un vértice geodésico. Es un lugar ideal para observar las estrellas debido a la baja contaminación lumínica que existe.
Rogamos evitar la tentación de catalogar exclusivamente a Casas-Ibáñez como el centro administrativo y de servicios de La Manchuela, ya que resulta mucho más. Su casco urbano tiene varios monumentos que no hay que perderse, incluso existe una farola a la que se le caen las letras. Lo mejor que podemos ofrecer es la recomendación de dar un paseo tranquilo por las maravillas que hemos mencionado y coger el auto para las que lo requieran. Esta villa no defrauda.
Fiestas de Casas-Ibáñez
Romería de la Virgen de la Cabeza
La patrona de Casas-Ibáñez vive su gran fiesta el último domingo de abril. El parque que se sitúa en las inmediaciones de la ermita-santuario de la Virgen de la Cabeza acoge esta multitudinaria romería donde los vecinos del pueblo y visitantes de otras localidades, cercanas y no tan cercanas, se reúnen para comer y beber. Al caer la tarde la imagen es llevada en procesión hasta la iglesia de San Juan Bautista.
Actos importantes de estas fiestas también son la ofrenda floral que se hace el día siguiente, lunes, o el cante de Los Mayos a la Virgen de la Cabeza, que se realiza el último día de abril. La imagen es llevada de vuelta a la ermita el último sábado de junio.
Feria de Casas-Ibáñez
San Agustín es el patrón de Casas-Ibáñez. En las fechas próximas a su onomástica, concretamente entre el 24 y el 29 de agosto, se celebra en su honor la feria. Si bien las fiestas de la Virgen son de carácter más religioso, la Feria está claramente encaminada al disfrute del pueblo.
Como eventos a destacar podemos citar la cabalgata, la fiesta de presentación de la quinta de ese año o el día de las patatas al montón. Por supuesto, también hay conciertos, corridas de toros, pasacalles y demás actividades culturales y de ocio.
Cómo llegar a Casas-Ibáñez
Por Casas-Ibáñez no circula ninguna autovía, pero sí existen carreteras de mucha importancia que lo hacen estar muy bien comunicado. Probablemente la más importante sea la N-322. Esta vía nacional circula desde Bailén (Jaén) hasta Requena (Valencia). Atraviesa la provincia de Albacete pasando por pueblos como Alcaraz o la propia ciudad de Albacete. Otra comarcal muy utilizada es la CM-3201. Nace en Minglanilla, al sureste de la provincia de Cuenca, para descender de norte a sur por la provincia de Albacete y desembocar en la autovía A-31 a escasos kilómetros de Almansa, dejando atrás pueblos como Alcalá del Júcar o Alpera. Otras vías que discurren por esta población son la CM-3218, la AB-204 o la AB-1000, que nos conducen a localidades cercanas como Abenjibre o Jorquera.
Posee una población de 4581 habitantes (INE 2023). Pertenece a la comarca de La Manchuela.
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