Alcalá del Júcar, arquitectura y naturaleza para enamorarse
Es uno de los pueblos más hermosos de todo Albacete. Resulta innegable. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, Alcalá del Júcar deja atónito al visitante con una estampa difícil de olvidar. El río que le da nombre es el gran protagonista. En época estival da mucho juego, pues es zona de baño autorizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Además de refrescarse, si el tiempo lo permite, es posible deleitarse con edificios tales como el castillo, la iglesia de San Andrés, el puente romano o la curiosa plaza de toros. Una de las villas más interesantes que existen actualmente para hacer turismo rural.
Contenidos del post
Cómo llegar a Alcalá del Júcar
Llegamos por la N-322 hasta la ciudad de Albacete, allí abandonamos esta vía para tomar la CM-332. Una vez dejados atrás los pueblos de La Felipa y Casas de Juan Núñez, tomamos el desvío hacia Villavaliente por la carretera CM-3254, que concluye en la CM-3201 a la altura de Casas del Cerro. En escasos kilómetros aparece ante nosotros Alcalá del Júcar. Esta última vía es importante, pues conecta las autovías A-31, poco antes de llegar a Almansa, y A-3, a la altura de Minglanilla, en la provincia de Cuenca.
También es posible llegar a la localidad mediante la carretera B-5, que nace en la misma villa y discurre en paralelo al río Júcar. Pasa por pueblos como La Recueja, Jorquera, Cubas o Alcozarejos hasta desembocar en la vía CM-3218. Posee una población de 639 habitantes, aunque si incluimos las de sus barrios pedáneos llega a los 1129 (INE 2023). Estos son La Gila, Las Eras, Zulema, Tolosa y Casas del Cerro. Pertenece a la comarca de la Manchuela.
Qué ver en Alcalá del Júcar
Llegando por la citada carretera CM-3201, apareció ante nosotros un magnífico mirador. En él se ubica una picota o rollo de justicia. Un sitio perfecto para estacionar el auto y sacar unas fotografías, aunque a nosotros nos fastidió un poco el sol. Finalmente entramos al núcleo urbano y aparcamos en uno de los distintos parkings situados a orillas del río Júcar. Por supuesto, aprovechamos para tomar un refrigerio en uno de los múltiples chiringuitos que existen.
Puente romano de Alcalá del Júcar
Tras retomar fuerzas, pusimos rumbo al puente romano, el cual no se llama así por su origen, es por su apariencia. Divide el casco urbano en dos, dejando a un lado junto a la montaña la parte antigua, y al otro la más moderna. El paisaje que se puede contemplar desde esta construcción es una maravilla. El río Júcar baja con fuerza y es posible apreciar distintos saltos de agua. Justo debajo, además, hay un pequeño islote con bancos y árboles. Muy acogedor. Tardamos un poco en cruzar, pues una pareja de novios se estaba haciendo las pertinentes fotografías para su reportaje nupcial. Gran elección.
Iglesia parroquial de San Andrés
Cuando conseguimos pasar al otro lado, subimos la cuesta Hondonera para llegar al templo más importante de la villa. Nos referimos a la iglesia parroquial de San Andrés. Posee planta de cruz latina y nave cubierta con bóveda de cañón. Consta de dos portadas con arco de medio punto y una esbelta torre. Nos encantó la cúpula del crucero, cubierta con tejas de color verde y naranja. A su lado, en la calle Pósito, se ubica el ayuntamiento de Alcalá del Júcar.
Casas cueva en Alcalá del Júcar
Comenzó la subida. Era tiempo de perderse por las estrechas calles de su casco antiguo. Serpenteando, aparecían ante nosotros distintos carteles de las conocidas casas cueva. Una pena las horas a las que nos presentamos en la localidad, pues no pudimos entrar en ninguna. Las más conocidas son la cueva del Diablo, la cueva del Rey Garadén y las cuevas de Masagó y el Duende. Algunas de ellas albergan museos y distintos puntos de interés. Continuamos haciendo piernas con el propósito de llegar al destino más visible del pueblo.
Castillo de Alcalá del Júcar
Por fin ascendimos al castillo (s. XII-XIII). Esta fortaleza posee arquitectura islámica, aunque consta de añadidos posteriores como el imponente torreón. Posee planta pentagonal gracias a las dos torres circulares ordenadas construir por Don Juan Pacheco en el siglo XV. Las vistas desde este lugar son una maravilla. En torno a esta fortaleza existen varias leyendas cuyos protagonistas son, principalmente, la princesa Zulema y el moro Garadén.
La curiosa plaza de toros de Alcalá del Júcar
Tocó deshacer el camino y cruzar hacia la otra parte de la villa por el puente romano. Esta vez continuamos recto para aterrizar en una de las construcciones más singulares existentes en Alcalá del Júcar. Hablamos de la plaza de toros, una de las más antiguas de España. Destaca por su forma ovalada de carácter irregular. Merece la pena reseñar su graderío de piedra, más parecido al de un anfiteatro romano que al de un recinto de estas características.
Volvimos de nuevo al auto para acudir al último de los puntos que nos daría tiempo a visitar. Se trata de otro importante templo, la ermita de San Lorenzo. Está ubicada a 3 kilómetros de la localidad, tomando la carretera anteriormente citada que discurre en paralelo al río Júcar. De estilo neoclásico, ha sufrido diferentes reformas a lo largo de su historia, la última en la década de los 90 del sigo XX. Destacan las pinturas de su interior. Alberga la imagen del patrón de la villa, San Lorenzo Mártir.
De este modo, dimos media vuelta para salir del pueblo por donde habíamos llegado. Teníamos muy poca luz y la visita no daba para más. Sin duda la reputación de Alcalá del Júcar es más que merecida. Ahora entendemos por qué está siendo uno de los destinos favoritos de la gente en lo que a turismo de interior se refiere. Su patrimonio arquitectónico es indiscutible. Si a eso le sumamos el entorno natural en el que se ubica, proporciona una combinación sobresaliente. Recomendación total.
Tendremos que volver pronto, aunque sea para sus fiestas patronales. Aprovecharemos para volver a ver su conjunto arquitectónico, el cual se ha ganado una gran fama dentro del turismo rural. Y por supuesto visitaremos la sus cuevas, como la del Diablo. Pronto estaremos preparando el petate de nuevo.
SOBRE NOSOTROS
PUBLICIDAD