Jorquera, las mejores vistas del río Júcar
Está de moda. Jorquera es uno de los destinos de interior más solicitados en los últimos tiempos. No es para menos, pues la espectacularidad de su ubicación atrae a los amantes de la fotografía y, en general, de los pueblos bonitos. La villa se asienta en un promontorio bordeado por el río Júcar, sin duda un enclave de lo más vistoso. Su conjunto arquitectónico tampoco tiene desperdicio, con su muralla almohade y la iglesia de la Asunción como principales activos. Tiembla, Alcalá del Júcar, que el protagonismo en la comarca está más que disputado.
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Cómo llegar a Jorquera
Partimos dirección sur desde el parque natural de las Hoces del Cabriel, en la provincia de Cuenca, tomando en Minglanilla la carretera CM-3201 hasta bajar a Casas-Ibáñez, ya en Albacete. Ahí nos cambiamos a la vía AB-880 para bajar hasta Jorquera. Existen otras carreteras comarcales más sinuosas que nos conducen al pueblo desde localidades cercanas como Algengibre, Bormate, La Recueja, Alcalá del Júcar o Casas de Juan Núñez. Consta de cuatro pedanías: Calzada de Vergara, Maldonado, Alcozarejos y Cubas. Todos estos núcleos de población, incluida la villa de Jorquera, se extienden a lo largo del río Júcar, como si fueran guardianes de su caudal. Posee una población de 346 habitantes (INE 2023), los cuales pertenecen a la comarca de la Manchuela.
Qué ver en Jorquera
En esta excursión tuvimos el inmenso placer de disfrutar con la compañía de amigos y familiares. Reme, María, Daniel y nuestro maestro, Alfonso Arjona, no quisieron perderse la oportunidad de gozar de un buen zascandileo. De hecho, la idea de venir a Jorquera fue de Alfonso. Dicho esto, subimos con el auto hasta llegar a unas pistas de fútbol y frontón. Estacionamos y continuamos cuesta arriba para observar de cerca los restos de la muralla almohade (s. XII), declarada Bien de Interés Cultural. En esta zona norte se conservan tres lienzos con remate de almenas y cuatro torres, existiendo más ejemplos en otros puntos cardinales de la villa. La técnica empleada en su construcción fue la obra encofrada formalizada a través de tapiales.
Estas murallas se levantaron en torno al castillo de Jorquera, aunque a día de hoy su recinto posee otra función. Arriba del todo nos topamos con las puertas del cementerio municipal, curiosa ubicación. Eso sí, las vistas son una delicia. Bajamos de nuevo al coche para estacionar en un lugar más bajo de la población. De este modo, llegamos a la parada de autobuses, estacionando junto a una pequeña rotonda.
La torre de Doña Blanca
Uno de los monumentos más espectaculares que ver en Jorquera nos miraba fijamente. La torre de Doña Blanca (s. XV) es un buen ejemplo de zona de la muralla construida posteriormente a la época de los almohades, en concreto a los últimos suspiros de la Edad Media. Defendía la puerta Nueva, una de las múltiples entradas que tenía la villa. Cuenta la leyenda que se construyó para custodiar durante su secuestro a una dama llamada doña Blanca. En la actualidad es un centro de exposiciones.
Cuesta arriba para subir la larga calle Mayor. En un tramo, poco antes del desvío por la calle Sosiego, se pueden observar dos casas con escudos nobiliarios, una de ellas en el número treinta y seis con labra heráldica de los Ortega (s. XVIII). Desde la calle Sosiego giramos a mano derecha para bajar por la calle Rosario. En esta vía, concretamente en el número cuatro, también podemos hallar un escudo, en este caso de los Tomás-Alarcón.
Salimos a calle Mayor de nuevo, observando el inmueble que hace esquina. Se trata del ayuntamiento de Jorquera. Posee dos plantas con balconada y una hermosa rejería en los ventanales inferiores. Justo a su lado, otra construcción civil muy importante en el pueblo. Hablamos de la casa del Corregidor (s. XVIII). En su fachada de dos plantas destaca el escudo del Marqués de Villena y el escudo de la villa, ambos conservados de manera estupenda. A su lado se puede contemplar, labrada en piedra, una inscripción con la fecha de construcción de la casa. Año 1724.
La iglesia de la Asunción, el templo más importante que ver en Jorquera
A escasos metros reposan los muros del templo más importante de Jorquera. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI) se comenzó a construir en estilo gótico, aunque a medida que fue desarrollándose se puede observar la transición al estilo renacentista, sobre todo en los pies del edificio. El barroco también está presente en la iglesia gracias a sus capillas laterales de los siglos XVII y XVIII. Consta de una sola nave cubierta con bóvedas de crucería y cabecera poligonal. Merece la pena reseñar su sencilla portada con arco de medio punto y columnas de orden jónico. Destaca en su interior el lienzo de «La contemplación del cuerpo de San Francisco». Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1992.
Continuamos paseando por las estrechas calles de Jorquera hasta que el hambre comenzó a hacerse notar de manera aguda. Decidimos hacer un alto en el camino y reponer fuerzas. El sitio escogido fue el bar Ruti, muy cercano a donde habíamos aparcado. Optamos por el menú del día y la verdad es que salimos encantados. Una comida de diez. Dando las gracias a los hosteleros, continuamos el rumbo hacia el siguiente monumento visible a lo lejos: la ermita de San Cristóbal.
Cruzamos el puente y subimos las escaleras para acercarnos a este pequeño templo de planta pentagonal, construido en el año 2008. Las vistas del pueblo son muy atractivas desde esta posición. Decenas de metros más adelante se halla otro edificio religioso, la ermita de San Roque. Planta rectangular y como único adorno una pequeña espadaña con campanil.
Tras ello, dimos media vuelta para volver al auto. Había terminado nuestra visita a Jorquera, en la cual constatamos que es uno de los destinos turísticos más atractivos en la provincia de Albacete. Somos conscientes de que nos faltó visitar la joya del término municipal, es decir, la ermita de Nuestra Señora de Cubas, patrona de la villa. Volveremos a la pedanía de Cubas para admirar esta construcción fusionada con la roca existente junto a la ribera del Júcar. Mientras tanto recomendamos disfrutar de esta maravillosa villa. No te lo pienses más.
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Jorquera mí pueblo con mucha historia
Totalmente, Juana. Gran pueblo. Un saludo.
Muy bonito.A la entrada en la parte alta,tiene un bar con una terraza con vistas a las hoces.Y su magnífica planeta,muy relajante con sus cascadas.El camino a Cubas ,su carretera da un poquito de jindama,osea,miedo.
Muchas gracias por el comentario, Chelo. Un saludo.