Horche, saludando a los conductores
No fueron pocas las veces que nos quedamos asombrados contemplando este pueblo desde la carretera. Horche espera al visitante colgando de una ladera a pocos kilómetros de Guadalajara ciudad. Además de ofrecer una panorámica sensacional, posee una gran cantidad de monumentos admirables, los cuales completan un patrimonio religioso y civil que nos dejó muy sorprendidos. Algunos ejemplos de categoría son su plaza Mayor, la iglesia de la Asunción o el conjunto de la Fuente Vieja y Lavadero. Toca zascandilear.
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Cómo llegar a Horche
La vía que hemos mencionado antes es la N-320. Nace en Cuenca capital para concluir ya en la Comunidad de Madrid, cerca de Venturada. Cruza la comarca de la Alcarria, siendo una de sus principales arterias. Deja atrás localidades como Villar de Domingo García y Cañaveras en Cuenca, o Sacedón, Tendilla y la propia ciudad de Guadalajara en la provincia homónima. Desde la propia N-320 sale una carretera que conduce a Horche en escasos kilómetros, es la GU-205. También bordea núcleos urbanos como el de Yebes y Valdarachas, hasta desembocar en la vía CM-2027. Suma una población de 2778 habitantes (INE 2023). Pertenece a la comarca de la Alcarria, encontrándose en sus límites septentrionales.
Qué ver en Horche
Aterrizamos en el casco urbano por la anteriormente citada carretera GU-205, tras dejar atrás alguna urbanización. Nos dio la bienvenida el primero de los muchos templos que vimos en la excursión. Se trata de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad (s. XVI). Es muy vistoso su elegante porche sostenido por cuatro columnas de orden dórico. Alberga la imagen de la patrona de la villa. Bajamos por el paseo de la Virgen y, al llegar a una gran intersección, nos topamos con la ermita de San Roque. Se desconoce la fecha de su construcción.
Tomamos la calle San Roque hasta llegar al espacio más conocido de Horche, su plaza Mayor. Antes de recrearnos en ella, giramos por la primera calle a la derecha y subimos todo recto por las calles Albaicín y Cañada hasta alejarnos de las casas y naves. Siguiendo un camino, a unas decenas de metros, hallamos la ermita de San Isidro (s. XVI). Anteriormente estuvo dedicada a la Virgen de las Nieves y Santa Ana. Las vistas desde su posición son formidables. Tocaba retornar al centro neurálgico de la localidad.
Nos encantan los espacios como la plaza Mayor, con sus soportales y casas vistosas. En el centro podemos encontrar una fuente, cuyo diseño cambió por última vez en 2006. Además se ubica también el ayuntamiento de Horche. Su planta superior consta de bella balconada y poderosas vigas de madera. Todo ello le confiere una fachada muy elegante. Atrás quedó este espacio para encarar la calle San Isidro. Antes de comenzar a subir cuestas, vimos si estaba abierto el museo Etnográfico. No tuvimos suerte.
Ascendimos hasta la paralela calle de la Iglesia y subimos aún más hasta escalar a la ermita de San Sebastián (s. XII). Se localiza en la parte más alta del pueblo, siendo la construcción más antigua del mismo. Está levantada sobre un viejo castillo y fue iglesia de la villa hasta que se creó la actual. Esta misma fue nuestro siguiente objetivo. No se halla lejos.
Solo tuvimos que bajar de nuevo a la calle de la Iglesia y continuar recto. Desembocamos en una gran explanada donde descansa la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI). De estilo renacentista, posee tres naves, aunque en su origen solo tuvo una. La torre está construida en diferente material que el resto del templo, pues en el pasado se derrumbó hasta en dos ocasiones.
Si antes tocó subir, ahora bajar. Pasamos por la plaza del Peinado para continuar y llegar a otro importante edificio, el convento Franciscano (s. XVII). Tuvo este uso hasta la Guerra de la Independencia. A día de hoy es de titularidad privada. Por fin llegamos al comienzo de la calle Hospital para asomarnos al conjunto de la Fuente Vieja y Lavadero (s. XVI). Tuvo una reforma durante el siglo XX, a través de la cual se aprovechó para techarlo. También se incluye en este espacio la fuente de los Chorrillos.
Empalmamos con la calle Mayor para disfrutar de la última de las manifestaciones pertenecientes al patrimonio civil de Horche. Nos referimos a la fuente Nueva. El agua de sus cuatro caños proviene de un manantial situado a varios kilómetros. Junto a ella se encuentra un gran pilón, el cual estamos seguros que hace las delicias de muchos forasteros en las fiestas. De este modo, partimos por la calle Mayor hasta la plaza homónima, lugar donde habíamos dejado el auto estacionado, hecho que se nos olvidó mencionar antes.
Una vez montados en el coche partimos hacia la autovía A-2 para volver a casa. Nos hubiera encantado visitar alguna de las numerosas bodegas repartidas por el caso urbano, pero pertenecen a particulares. Estamos seguros que se hace mucha vida en ellas, sobre todo en verano. Solo nos queda recomendar la excursión a Horche. Es una localidad preciosa, con muchos lugares de interés para admirar. Además muy bien comunicada. Sobresaliente.
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