Valverde de Júcar, nieve en vez de agua
Hubo un tiempo en que esta localidad se situaba a orillas del pantano de Alarcón. Cuando tuvimos el placer de visitar Valverde de Júcar, no vimos ni una gota de agua en los alrededores. Por suerte, pudimos disfrutar de un núcleo urbano lleno de edificios y lugares interesantes como la iglesia de Santa María Magdalena, la ermita de la Madre de Dios, el cementerio o las plazas Mayor y de la Verdura. No olvidamos su conocida fiesta de Moros y Cristianos.
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Cómo llegar a Valverde de Júcar
CM-2100. Esta es la carretera a través de la cual llegamos a las cercanías de Valverde de Júcar. Circula desde la N-III hasta la CM-220, pasando por pueblos como Olmedilla de Alarcón Buenache de Alarcón, Valeria y Arcas. Tras dejar atrás uno de estos municipios, Hontecillas, surge el desvío hacia la vía CM-9214, que nos conduce directos a la villa. Otra importante carretera mediante la cual se puede aterrizar en la localidad es la CM-2103. Nace de la autovía A-3, salida Cervera del Llano. Bordea municipios como Olivares de Júcar y Villaverde y Pasaconsol, cruzando el pantano de Alarcón. Mejor dicho, lo que queda de él. Posee una población de 1091 habitantes (INE 2022). Se encuentra ubicado en un enclave fronterizo entre las comarcas de la Manchuela, la serranía Media y la Mancha Alta.
Qué ver en Valverde de Júcar
Llegando desde Hontecillas por la carretera CM-2100, encontramos a la derecha un recinto que albergaba la ermita de San Cristóbal. Este sencillo templo se levantó en 1970 y se halla en lo alto de una elevación de terreno. Sufrimos para llegar, puesto que el suelo estaba bastante nevado y tuvimos algún que otro traspiés. Eso sí, el paisaje resultaba espectacular.
Entrando a la localidad por la carretera de Cuenca nos topamos con un parque. En la entrada, coronando, el monumento al Hombre de Mar, con un ancla de considerable tamaño. Pocos metros más adelante una plazoleta triangular con otro monumento, esta vez «de los Moros y Cristianos a la villa de Valverde en honor a su patrón el Santo Niño». Realizado en 1994.
Iglesia parroquial de Santa María Magdalena
Nos adentramos con el auto en el núcleo urbano y aparcamos en la hermosa plaza de la Verdura. Nos asombró el mural de «Valverde en el siglo XVI» existente en un pequeño parque cercano. La plaza recibe el nombre porque antaño se albergaba en este punto el mercado semanal, cuyo principal artículo era este tipo de alimento. Aneja se haya la plaza Mayor. Se encuentra rodeada de varios inmuebles de interés, visualmente muy llamativos. En la misma plaza se localiza el ayuntamiento, que antiguamente hizo las funciones de cárcel y también de pósito. Finalmente domina el espacio la iglesia parroquial de Santa María Magdalena (s. XV).
El templo es de estilo gótico, aunque con algunos elementos del barroco. En el siglo XVIII sufrió una importante ampliación. Destaca en su interior la capilla dedicada a la patrona de Valverde de Júcar, la Virgen del Espíritu Santo, además del altar mayor y la cripta de la familia Ruiz de Alarcón. Por fuera merece la pena reseñar su torre imponente de tres cuerpos, así como sus dos portadas con arco de medio punto. Posee tres naves cubiertas con bóveda de cañón. La cabecera y el crucero están cubiertos por bóveda de media naranja sobre pechinas.
Fuente de La Platera y ermita de la Madre de Dios
Caminando visitamos importantes puntos como la plaza de la Cruz, la fuente de La Platera, el pozo de Arenal, el cruce de las calles San Marcos y Ruiz de Alarcón, o lo que en su día fue el palacio de Hurlonabuena (s. XVII). Fue construido por la familia Ruiz de Alarcón y tuvo uso como hospital de beneficencia. Actualmente, desde el exterior, no consta de ningún aspecto palaciego. No es un pueblo pequeño, por lo que el paseo, además de agradable, resulta cargado de interés y sensaciones.
Finalmente nos topamos con el otro gran edificio religioso dentro de casco urbano, la ermita de la Madre de Dios. De estilo románico popular, fue reconstruida en el siglo XVII. Su estado actual dista mucho del de una ermita, puesto que se utiliza como almacén. Se ubica en la calle homónima.
Tras callejear un poco más retornamos al auto. Tocaba dirigirse a otro importante punto a las afueras de Valverde. Nos referimos al cementerio (s. XVIII). Su entrada ya resulta imponente con la rejería y un frontón de piedra coronado con cruz. En el interior llama la atención el vistoso mausoleo o capilla dedicado a las señoras de Urionagoena. El recinto ha sufrido ampliaciones en los siglos XIX y XX. Uno de los más bellos que hemos visto desde que zascandileamos por la provincia de Cuenca.
Salimos de nuevo a la carretera de entrada para tomar un camino paralelo. Nuestro destino era el puente Canto, de época romana. Cruza el río Gritos. Posee un arco y está realizado en sillería. Aquí sufrimos mucho, puesto que el terreno estaba realmente mal, con mucho barro debido a la nevada. El auto estuvo a punto de quedarse a vivir en Valverde. Las ruedas patinaban y nosotros, un poco agobiados. Finalmente con mucha paciencia y delicadeza, conseguimos sacarlo del barro. Las ruedas estaban para verlas. Conseguimos echar una fotografía desde lejos, aunque no estamos seguros al cien por cien de que sea el hispanorromano puente Canto.
Fiesta de Moros y Cristianos en Valverde de Júcar
Tras el susto decidimos poner punto y final a la jornada. Nos apuntamos volver a comienzos de año para la festividad de Moros y Cristianos, declarada de Interés Turístico Regional. Se celebra en honor al Santo Niño a principios de enero. Todo un espectáculo el que dan durante estos días la compañía de Moros y la compañía de Cristianos.
Recomendamos a todo el mundo acudir. Lo mismo que cualquier mes del año. Valverde de Júcar posee un patrimonio religioso y civil digno de admirar. Nosotros tuvimos mucha suerte de ver la villa y su entorno nevado. Compensamos la llamativa desaparición del pantano de Alarcón, del cual no vimos ni rastro.
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