Villalbilla, pueblo deshabitado de Cuenca
Hacía tiempo que rondaba por nuestra cabeza la idea de visitar un pueblo abandonado. Tuvimos la oportunidad en una excursión zascandil por el extremo oriental de la Alcarria. Comenzaba a anochecer y, tras volver de Torralba, decidimos parar en Villalbilla, pasado Villar de Domingo García. Sus ruinas, a semejantes horas, nos pusieron el vello de punta, y es que llegamos casi a oscuras por una jugarreta del GPS.
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Cómo llegar a Villalbilla (Cuenca)
Es conveniente relatar nuestra pifia. Volviendo de la ruta alcarreña Villaconejos de Trabaque–Albalate de las Nogueras–Torralba, decidimos para en Villar de Domingo García. Sabíamos que Villalbilla estaba cerca, pero no con exactitud. Aquí el error. Pusimos el GPS. Nos llevó por un camino que tomamos con desconfianza, el cual, por no dar la vuelta, seguimos hasta llegar al pueblo. Era el sendero PR-CU 48, perteneciente al Registro Oficial de Senderos de Cuenca. En qué hora. No es que estuviese en mal estado, pero tardamos 10 veces más que si hubiéramos continuado por la N-320 y tomado el desvío a la derecha existente a los pocos kilómetros. Y es que Villalbilla se encuentra bastante cerca de la carretera. A pesar de estar abandonado, pertenece al ayuntamiento de Villar de Domingo García.
Qué ver en Villalbilla (Cuenca)
Desembocamos en el pueblo con prisas, pues la noche caía rápidamente. Tiramos el coche en mitad del camino y bajamos para echar las primeras instantáneas a los últimos rayos de luz que brindaba el horizonte. A nuestro alrededor montañas de escombros y construcciones parcialmente derruidas. No son muchos los muros que se sostienen en Villalbilla. Tuvimos el placer, como tantas otras veces, de que nuestro amigo David Matas nos acompañase en esta siniestra excursión.
Decimos siniestra porque, con la oscuridad, el pueblo inspira mucho respeto. Antes de que fuese noche cerrada, nos dirigimos al edificio más importante de la extinta localidad, su iglesia parroquial. Por fuera, anexa, se puede apreciar otra construcción, lo que en su día fue la escuela. También se mantiene en pie la espadaña triangular, aunque ya sin campanas, pues una fue a parar a la ciudad de Cuenca y la otra a Villar de Domingo García. Por dentro pequeñas dimensiones y multitud de grietas. También restos de pintura azul en bóveda y columnas. En su día hubo un altar mayor dedicado a Santa María Magdalena. Como dato curioso, el grupo conquense Fizzy Soup grabó en este templo el videoclip de su canción «Charlie’s Song».
Dimos media vuelta sorteando escombros para recorrer la que fuese vía principal de Villalbilla, la calle Real. A lo largo de su recorrido se disponían la mayor parte de las viviendas, hoy en estado ruinoso y llenas de vegetación por todo su entorno. Algún inmueble conserva muros de buena altura o incluso vigas de madera en el techo, pero poca cosa susceptible de ser reedificada a partir de tales ruinas. Por este camino sin asfaltar pasa hoy en día el Sendero Oficial de Cuenca PR-CU 48 «De la Alcarria a la Sierra», anteriormente mencionado. Es circular, siendo su principio y final el pueblo de Villar de Domingo García. Posee 20 kilómetros de distancia, pasando también por la pedanía de Sacedoncillo.
No hay mucho que ver, la verdad. Pero impresiona. Caminar por esta fantasmagórica villa te hace imaginar la vida que hubo en sus calles hasta los años 80. Escenas cotidianas de este pueblo perjudicado por la falta de agua potable. Este hándicap fue, desgraciadamente, su sentencia. Muchas veces comentamos en los posts que volveremos para las fiestas, pero hoy no podemos. Nos encantaría retornar para celebrar San Pedro en junio, como antaño, pero no habrá nadie.
A pesar de ello sí que recomendamos su visita. Además, se llega de manera sencilla desde la N-320. Es otro tipo de turismo, no menos espectacular, pues este pueblo en ruinas enmudece a los excursionistas. Esperemos que al menos su iglesia siga en pie durante muchos años. Única testigo de la migración y el deterioro de Villalbilla.
SOBRE NOSOTROS
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Soy José Martínez , natural de Villar de Domingo García, vivo en Igualada, ( Barcelona ) , recuerdo en los años cincuenta grupos de niños íbamos del Villar a Villalbilla para las fiestas creo recordar que eran las fiestas de la almoneda , es una pena que muchos pueblos como Villalbilla desaparezcan por falta de estructuras
Toda la razón, José. Es una pena. Muchas gracias por escribirnos.