La Frontera (Cuenca), límite de El Campichuelo

Qué placer viajar a la comarca de El Campichuelo. Se respira una armonía difícil de igualar por parte de otras regiones en Castilla-La Mancha. No es solo ese hilo conductor llamado románico popular, es una belleza de esas que calman el espíritu. Hoy nos desplazamos a su extremo norte. Si Mariana es la puerta de entrada, La Frontera puede ser la de salida hacia la serranía Alta de Cuenca. Es indiferente. La clave es cruzarla y asegurarte un buen zascandileo por esta localidad hermosa.

Aguardiente y tejaroces

La Frontera debe su nombre al hecho de ser el límite de las conquistas que Alvar Fáñez logró en la provincia de Cuenca durante el reinado de Alfonso VI. Sin embargo, la repoblación de la zona no ocurrió hasta después de que Cuenca fuese conquistada, pasando a pertenecer estos núcleos de El Campichuelo al Común de Villa y Tierra de esta ciudad.

El camino hacia La Frontera

Sin entrar de momento en lo que son sus mayores lugares de interés, La Frontera destaca especialmente entre el resto de poblaciones de El Campichuelo por dos cosas: la elaboración y comercialización de aguardiente, además de otros licores, y la colección de tejaroces en las fachadas de sus casas. Estos tejadillos ubicados sobre puertas y ventanas eran muy abundantes en la comarca, quedando La Frontera como el lugar donde ahora se puede apreciar un mayor número.

Calles y casas de La Frontera

Qué ver en La Frontera

Las poblaciones de El Campichuelo históricamente siempre fueron muy reducidas, a pesar de ello sí que hubo épocas en las que se produjo un leve crecimiento, suficiente para que sus iglesias románicas sufrieran sobreelevaciones y ampliaciones. Siguiendo este hilo, vamos a comenzar a comentar los monumentos de La Frontera empezando por su templo más importante.

La iglesia parroquial de San Andrés Apóstol

Fuimos directos al grano. Para no perder tiempo estacionamos el auto en la plazoleta que hay junto a la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol. El principal edificio religioso de La Frontera fue una construcción románica en origen. Contaba con un presbiterio de planta cuadrada, con restos aún visibles, pero el conjunto sufrió una gran reforma que sustituyó la cabecera por la que existe en la actualidad, además de reformar la espadaña y sobreelevar la iglesia. Esta sobreelevación se nota claramente en la portada norte, elemento que se conserva del origen románico del templo. Este acceso posee un arco apuntado adovelado, el cual está apoyado en jambas y sobre él figura una arquivolta con dos cordones y chambrana decorada con puntas de diamante. La portada principal, en el lado sur, se ubica bajo un porche elegante. La forman cuatro arquivoltas apoyadas en columnas y chambranas lisas, a excepción de una decorada con motivos vegetales. Merece la pena reseñar su hermosa pila bautismal románica.

Iglesia parroquial de San Andrés Apóstol

Junto a la iglesia de La Frontera se halla otro importante edificio de su patrimonio civil. Hablamos de la casa Rectoral, fácilmente visible por los contrafuertes y el tono azulado de su fachada. En ella también es visible un blasón situado encima de uno de los accesos. Cerca tenemos la plaza donde figura la parada de autobús. Es un espacio agradable con bastante vegetación y una fuente bonita, aunque con el agua un poco sucia.

La plaza con vegetación y la fuente

Ermita de Nuestra Señora de Belén

Desde la plaza que acabamos de citar parte la calle Virgen de Belén. Lleva directa al otro gran templo que ver en La Frontera, pero antes hicimos una pequeña parada en la perpendicular calle Angustias. Bajando unos metros encontramos una fuente-abrevadero que hallamos manando agua de un chorro. Tras esta breve parada salimos del núcleo urbano para cruzar la carretera CM-210 y acercarnos a ver el siguiente punto de interés.

Fuente-abrevadero en la calle Angustias

La ermita de Nuestra Señora de Belén (s. XVIII) se encuentra aneja al cementerio municipal de La Frontera y ofrece desde su posición unas vistas formidables de la zona. Destaca su portada de medio punto cubierta bajo un porche sostenido por dos columnas de madera. El edificio es de estilo románico y posee una sola nave. En la fachada, podemos apreciar en una inscripción el año de su construcción, 1782.

Ermita de Nuestra Señora de Belén

El Cristo de San Isidro

En un promontorio ubicado al suroeste del casco urbano se levantó a mediados del siglo XX una torre piramidal, la cual alberga en su interior, a modo de ermita, una imagen de San Isidro. Se trata de una construcción imponente, visible desde la lejanía gracias a su altura. Fue levantada gracias a la ayuda de los vecinos, que participaron en su ejecución.

El Cristo de San Isidro

Conviene darse un paseo por las calles de La Frontera, apreciando espacios como la plaza del Castillo, hogar de un edificio hermoso donde está el consultorio local y el botiquín; o la plaza del ayuntamiento, donde se ubica la casa consistorial del pueblo. También merece la pena recorrer la calle Fragua y desembocar en el parque infantil. A su lado se ubica una fuente construida siendo alcalde Carlos Checa, según se indica.

Inmueble que alberga el consultorio local y el botiquín

Arte urbano en La Frontera

Desde este punto sale un paseo arbolado que es de lo más agradable. Encontramos alguna manifestación de arte urbano pintada que le daba aún más valor. A medio camino apareció una construcción a modo de merendero. Sin duda una de las zonas con más encanto que ver en la Frontera.

Mural en La Frontera

Al concluir el paseo y desligándonos del curso del riachuelo que circula por allí, tomamos otro camino a mano derecha, esta vez con bastante maleza, para llegar al lavadero municipal. Es una pena porque, al menos cuando estuvimos, se encontraba en estado de abandono.

De este modo dimos por finalizada nuestra ruta por La Frontera, última puerta de la comarca maravillosa de El Campichuelo y uno de sus pueblos con mayor patrimonio religioso y civil. Totalmente recomendable dejarse caer y llevarse algún licorcillo, que tienen muy buena fama.

La Frontera, una maravilla

Cómo llegar a La Frontera

Dos son las vías que circulan por esta localidad. La más importante es la CM-210. Nace en la Nacional 320 y se prolonga hasta el parque natural del Alto Tajo dejando atrás localidades como Torralba, Albalate de las Nogueras, Cañamares, Cañizares, Beteta o Poveda de la Sierra, este último ya en la provincia de Guadalajara. También es posible optar por tomar la carretera CUV-9116, que atraviesa la comarca de El Campichuelo hasta Mariana pasando por pueblos como Ribagorda, Torrecilla, Collados o Sotos. Posee una población de 146 habitantes (INE 2023), los cuales pertenecen a la comarca de Serranía Media-Campichuelo y Serranía Baja.