Olmeda de la Cuesta, un proyecto de vida
El pueblo de la Alcarria conquense que actualmente ocupa más espacios en los medios de comunicación nacionales —e incluso en algunos internacionales—, Olmeda de la Cuesta, era hasta hace unos años un lugar prácticamente abandonado, repleto de ruinas y escombreras. Con seis vecinos como residentes permanentes, un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) lo situó a la cabeza del ranking de los municipios más envejecidos de España. Sin embargo, su lucha para cambiar ese destino le ha convertido en un punto de referencia y ejemplo a seguir para otras localidades de Cuenca.
Con la llegada de José Luis Regacho a la Alcadía comenzó lo que muchos denominan la “revolución” de Olmeda. Además de devolverle el sentido a su nombre plantando los cinco primeros olmos libres de grafiosis de España —hoy tiene más de 80— como “símbolo del resurgir del pueblo”, puso en marcha una subasta de solares a bajo coste que despertó un enorme interés mediático y sedujo a gentes de todas las latitudes (Irán, Venezuela, Paquistán, Estados Unidos…), muchas de las que hoy ya están transformando la fisionomía de la localidad construyendo sus nuevas residencias.
Su filosofía era recuperar las señas de identidad del municipio, el paisaje y las historias locales, dándoles un atractivo y unidad y, sobre todo, haciendo partícipes a los vecinos para que sean los responsables de la supervivencia del pueblo. Y estos han respondido. Además de reactivar la Asociación ‘Centro de Animación Rural, Económico y Social San Sebastián’ —que organiza actividades durante todo el año—, ellos mismos han limpiado los viejos molinos para poder reconstruirlos, han aceptado la propuesta de intervenir en las paredes de sus casas con murales para mejorar el paisaje urbano y están colaborando en la restauración interior de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVII.
El consistorio también está rehabilitando algunas cuevas del vino para que otros propietarios se animen a hacerlo y ha puesto marcha un proyecto para recuperar los huertos como avance de otro más ambicioso de crear un vivero municipal para el suministro de plantas y árboles que aumente los espacios verdes. Y es que transformar las escombreras en un paseo ajardinado alrededor del municipio ha sido otro de los grandes propósitos de Regacho. Gracias a las ayudas europeas, en una primera fase construyó un mural piedra y varios islotes con vegetación pero después quiso ir más allá para dotar a la localidad de un aliciente turístico, iniciativa que puso en manos del artista multidisciplinar de Tinajas, Vicente García, que, además de encargarse de la decoración de las calles y la iglesia, está construyendo un ambicioso y llamativo paseo etnobotánico escultórico que ya está atrayendo a más de un visitante.
Una zona de este monumental recorrido cuenta la historia del pueblo (la Olmedoteca) con aportaciones de los vecinos y reflejando en los muros las distintas tradiciones, canciones locales, elementos etnológicos y personajes importantes —entre ellos el famoso librero Pedro Vindel, cuya película sobre su vida fue estrenada en el pueblo el pasado junio—; otra está dedicada a los juegos, con construcciones interactivas y pasatiempos antiguos en el suelo para que los conozcan las nuevas generaciones; y la última es un parque nomónico con un buen número de relojes solares históricos —el artista cree que no existen tantos en ningún lugar del mundo— cuyas esculturas son además alcorques para plantar árboles.
Además, en un futuro, tiene previsto recuperar la zona del “tercio” —un edificio hoy abandonado donde el Ayuntamiento cobraba esa parte del diezmo (impuesto) de la Iglesia— y tanto él como el alcalde están hablando con emprendedores para desarrollar la construcción de viviendas bioclimáticas con materiales como el barro o las cañas.
Así, Olmeda de la Cuesta está inaugurando una nueva época que tiene como reto recibir a esos vecinos que quieran establecerse en este entorno y plantear allí iniciativas de desarrollo sostenible, por lo que la localidad centra ahora todos sus esfuerzos en atraer talento para dar estabilidad a la población a medio y largo plazo. Y es que para García este pequeño pueblo debe ser un “laboratorio experimental” que ofrezca a quien lo busque algo más que una vivienda: un proyecto de vida.
SOBRE NOSOTROS
PUBLICIDAD
COLABORADORES
CONTENIDOS RELACIONADOS
Lo sentimos, no pudimos encontrar ningún post. Por favor ensaye una búsqueda diferente
¡Qué artículo tan interesante! ¡Qué buen alcalde! Gracias a vosotros ahora conozco esta historia.
Gracias a ti por leerla, Teresa. ¡Un saludo!
Qué importante es el alcalde de un pueblo.
Aplaudo ese espíritu, esa mente viva y llena de iniciativas.
Ojalá fueran así los alcaldes, por norma, como requisito.
Que buena manera de hacer crecer a los pueblos y de dar a conocer sus logros
Me pregunto si aún hay solares a buenos precios
Saludos desde México
Hola soy Enkarna descendiente de Cañada del Hoyo. Me encanta la vida en el pueblo y esa manera de hacer las cosas.. Me pregunto si podria empezar una vida allí conformando una laboratorio de artes escenicas. Vivo en un pueblo cerca de Bilbao y me dedico a ello. Al mundo del teatro, talleres, actuaciones y mucho trabajo. Quiero cambiar de vida.
Que posibilidades tendría?
A mí me gustaría vivir allí con mi esposo cambiar de aires como hago ??