Bonilla, un pueblo entre las estrellas
Uno de los propósitos más firmes de Zascandileando cuando comenzó su andadura, era dar visibilidad y repercusión a los municipios menos conocidos o de menor población. No lo hemos olvidado. El primer pueblo del que hicimos una reseña fue Nohales, pedanía de Cuenca capital. Siguiendo la línea ideológica de nuestros inicios, hoy toca hablar sobre otro pequeño gran pueblo, Bonilla.
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Cómo llegar a Bonilla
Llegamos desde el vecino municipio de Caracenilla por la carretera CU-2171 desde el desvío existente en la CM-2019. Si seguimos por la vía desembocamos en la CUV-2123, entre los pueblos de La Peraleja y Villanueva de Guadamejud. Está ubicado a 15 kilómetros de Huete, del cual es pedanía junto con las localidades de Valdemoro del Rey, Saceda del Río, Moncalvillo de Huete, La Langa, Verdelpino de Huete y la anteriormente citada Caracenilla. Esta localidad de la Alcarria conquense tiene una población de 21 habitantes (INE 2022).
Qué ver en Bonilla
Nada más entrar al pueblo, a los pocos metros, nos encontramos con el monumento más representativo de Bonilla. Aparcamos en una calle cercana y volvimos sobre nuestros pasos para fotografiar debidamente el monasterio del Padre Eterno. Fue fundado en el siglo XVI por Pedro Galarza, obispo de Coria. Podemos observar en la construcción el espléndido sillarejo y sus dos portadas con arco de medio punto. En la primera, es visible el escudo del fundador sobre la cornisa del entablamento con un bonito relieve del Padre Eterno. La segunda consta de un frontón triangular partido por una hornacina, a día de hoy vacía.

Monasterio del Padre Eterno, en Bonilla
Seguimos la calle del convento dejando atrás el consultorio local para, pocos metros más adelante, girar a la izquierda y encontrarnos con el área polideportiva, frontón incluido. Pegado a ella pudimos visitar el hermoso parque de las Escuelas, fuente inagotable de pintorescas instantáneas.

Parque de las Escuelas de Bonilla
Continuamos paralelos al río hasta cruzarlo y llegar a una amplia plaza, mediante la cual tomamos la calle de la Iglesia hasta desembocar, cuesta arriba, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. El edificio posee planta de cruz latina con los brazos cortos y ábside poligonal.
Al ser un pueblo de pequeñas dimensiones, tardamos poco tiempo en recorrer sus calles, por lo que, una vez terminado el camino a pie, decidimos volver a montarnos en el coche y seguir los letreros que indicaban el “Mirador de las Estrellas”. A través del camino cercano llegamos a la ermita de San Roque, acogedora construcción localizada a pocos centenares de metros. Más adelante, aproximadamente a tres kilómetros, está el área de observación “El Mirador de las Estrellas”. La finca, situada en un valle rodeado de cerros, posee alrededor de una hectárea de extensión. Aquí se celebra todos los años la fiesta de las estrellas “Astrobonilla”, reunión organizada por la Agrupación Astronómica de Madrid en la que se puede disfrutar de unas jornadas de ciencia estupendas. En la última edición se ha incorporado también como sede el municipio de Huete, clara muestra de la envergadura e importancia que está adquiriendo este festival.

Ermita de San Roque, Bonilla, Cuenca
De este modo concluyó nuestra visita a Bonilla, una pequeña pedanía a la cual recomendamos su visita. Ya sabéis que el tamaño de una localidad no delimita su grandeza. Nosotros quedamos impresionados con el patrimonio de este bello pueblo, compitiendo en grandeza con otros de mayor población. Siempre son muy agradables estas sorpresas que superan las expectativas iniciales.
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