Castillo de Bayuela, en la sierra con los verracos
Abriendo la puerta de la sierra de San Vicente se encuentra una localidad con mucho encanto. Puede ser por su ubicación geográfica o por el estupendo patrimonio religioso y civil que posee, la cuestión es que Castillo de Bayuela no defrauda al visitante. Referente del turismo en la comarca, es de obligada contemplación su rollo de justicia, la iglesia parroquial de San Andrés o las esculturas zoomórficas de «Los Verracos».
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Cómo llegar a Castillo de Bayuela
Toca zascandilear por la provincia de Toledo, comarca de la sierra de San Vicente. Para llegar hasta la villa en cuestión, lo más cómodo es tomar la salida 96 desde la autovía A-5. Una vez se haya emprendido la circulación por la carretera CM-5002, dejaremos atrás la localidad de Cardiel de los Montes para, en pocos kilómetros, aterrizar en Castillo de Bayuela. Esta vía continúa hasta las inmediaciones de El Real de San Vicente. Es posible desembocar en esta localidad también por otras carreteras como la TO-1368, que comunica con San Román de los Montes, o la TO-9312, que une el pueblo con Garciotum y Nuño Gómez. Posee una población de 905 habitantes (INE 2023).
Qué ver en Castillo de Bayuela
Iniciamos la excursión volviendo desde el municipio de El Real de San Vicente. A mano izquierda nos topamos con la fuente de los Austrias, que alberga un importante escudo de esta casa. Se desconocen los motivos de su construcción, pero sí se sabe que data de 1613. Tuvo diversas localizaciones en el pueblo hasta que finalmente se colocó en la actual, el bello parque de los Austrias. En 1938 se creó una fuente aprovechando el escudo.
Continuamos bajando por el paseo hasta llegar al cruce con la calle Capellanías. Aquí dimos con una hermosa fuente decorada con cerámica de Talavera de la Reina. Nos recordaba, salvando las distancias, a una que alberga el parque Gasset en Ciudad Real. Recto avanzamos hasta desembocar en la plaza de San Antonio, hogar de los símbolos de la villa.
Las esculturas de «Los Verracos»
Nos referimos a las conocidas esculturas zoomórficas de «Los Verracos». Fueron halladas en el cerro de Torre Castilla. La función de estas tres obras no es sabida con seguridad. Representan un toro, un verraco y una cerda, estando esculpidas en piedra granítica. Datan de hace más de dos milenios, siendo sus creadores los vettones, pueblo prerromano conocido en toda España por este tipo de esculturas.
A pocos metros nos topamos con el centro neurálgico del pueblo. Hablamos de la plaza de la Constitución. Alberga interesantes manifestaciones de su patrimonio civil, como es el caso del ayuntamiento. Pero sin duda el protagonismo se lo lleva el rollo de justica o picota, monumental donde los haya. Destaca la parte que corona la columna, muy hermosa.
De repente apetecía un refrigerio. Encontramos un sitio espectacular muy cerca. La Posada de Bayuela. Un lugar precioso en el que nos dispensaron un trato agradable. Poco más se puede pedir. Seguimos recto hasta tomar la calle Cantarranas a mano derecha. Las cuestas se empinaban. Callejeamos un poco hasta salir por la calle Cancho a la plaza de la Iglesia, hogar del templo por excelencia que ver en Castillo de Bayuela.
La iglesia de San Andrés Apóstol
La iglesia parroquial de San Andrés Apóstol (s. XV-XVI) es de estilo gótico renacentista. Por fuera llaman la atención su poderosa torre y la portada principal. En el interior es de obligada reseña su retablo construido en cerámica, cuyo autor es Juan Ruiz de Luna. Forma en su conjunto uno de los templos más bellos de la provincia. Sufrió en 1924 un gran incendio que dejó maltrecha su arquitectura. Se restauró en 1935.
Preguntamos a unas amables vecinas si estaba muy lejos el castillo de Bayuela. Nos dijeron que cerca, desde luego, no quedaba. Allá por el cerro de Torre Castilla. Apenas queda una torre y algunos restos de muralla. No nos recomendaron ir dadas las horas que eran, pues no tardaría en anochecer y el entorno no resultaba favorable. De este modo renunciamos a visitarlo, otra vez será. Lo mismo nos pasó con el yacimiento romano de los Linares, donde se pueden observar los restos de una antigua presa romana de embalse para el regadío.
Terminamos nuestra excursión por Castillo de Bayuela, un pueblo monumental donde los haya. Recomendamos su visita encarecidamente. Bien lo merece su tremendo patrimonio. Esta comarca de la sierra de San Vicente guarda muchos encantos. Estamos seguros de que atraerá más turismo.
SOBRE NOSOTROS
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Precioso reportaje.Yo si recomiendo subir a la torre Castilla pero mas en invierno.
Y a unas horas que de tiempo a estar un rato.
¡Muchas gracias, Jorge! Anotamos tu recomendación. Un saludo.
Muy interesante la entrada sobre Castillo de Bayuela. Solo quería comentar que los escudos de las puertas de la iglesia, así como los de las puertas del ayuntamiento (que no salen en estas fotos), los talló el artesano local Pablo Fernández. También merece la pena el atril de nogal tallado que hizo para la iglesia de S. Andrés. Muchas gracias.
Muchas gracias por la información, Gema. ¡Un saludo!