Trillo, el agua que fluye por la Alcarria
Las Tetas de Viana, la cascada que forma el río Cifuentes, la imponente ermita de la Virgen del Campo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el puente sobre el río Tajo… Son muchos los tesoros que alberga Trillo, en pleno corazón de la Alcarria. Ya pasó Camilo José Cela por esta villa, alabando sus bondades en la conocida novela que relata su zascandileo por la comarca. Quizás, de todas sus virtudes, la mayor sea la paz que transmite el entorno natural donde se asienta la villa. Esas cascadas atrapan a cualquier visitante.
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Cómo llegar a Trillo
Nosotros bajamos desde la N-204, importante arteria de la Alcarria que nace entre los pueblos de Sacedón y Córcoles para discurrir hacia la autovía A-2, pasando por numerosas localidades como Pareja, Durón, Cifuentes o Masegoso de Tajuña. A la altura de Gárgoles de Abajo brota la única carretera que circula por Trillo: la CM-2115. Serpentea dejando atrás Azañón hasta desembocar en Peralveche. Posee una población de 1388 habitantes (INE 2023), que se integran dentro de la comarca de la Alcarria. La ubicación de Trillo es espectacular, junto a la desembocadura del río Cifuentes en el Tajo. Magnífico.
Qué ver en Trillo
Entramos al núcleo urbano de la población y, tras ver un cartel que nos señalaba la dirección de varios templos, decidimos ir en su búsqueda. De esta manera comenzó la ruta de las ermitas. A través de la calle Carril Ermita empezamos a descender. La primera parada fue la ermita de la Soledad (s. XVI-XVII). Posee planta cuadrada y un elegante porche con columnas de orden dórico. Antaño estuvo dedicada a San Gregorio debido al importante pasado vitícola de Trillo. Las vistas del pueblo desde esta posición son bien hermosas.
La ermita de Nuestra Señora del Campo, ubicada en un lugar sorprendente
Cuesta abajo desembocamos muy rápido en la siguiente estación: la ermita de San Roque. Es muy parecida al templo que acabamos de mencionar, pues consta del mismo tipo de porche. Posee una pequeña espadaña, siendo sus dimensiones más reducidas. Seguimos el recorrido. La siguiente parada estaba un poco más lejos, teniendo que salir fuera del pueblo para visitarla. Tras pocos kilómetros, rodeados de vegetación, nos topamos con la ermita de Nuestra Señora del Campo (s. XVI). Probablemente sea el entorno más singular en el que hemos visto ubicada una ermita. Nos explicamos.
El edificio religioso se encuentra cerca de la central nuclear de Trillo y desde él se pueden apreciar las cercanas e imponentes torres de la misma. Es algo espectacular. En la ermita destaca por encima de todo su retablo churrigueresco con la imagen de San José y el Niño. Antiguamente el templo también estuvo dedicado a la la Virgen del Rosario y más tarde a la Virgen del Rosario de las Viñas. El primer sábado de agosto se lleva la imagen a la iglesia de la Asunción, en el casco urbano de Trillo. El 7 de septiembre se realiza una importante procesión nocturna y al día siguiente es llevada en romería a la ermita de Nuestra Señora del Campo. El 15 de mayo también se realiza otra romería en honor a San Isidro.
Media vuelta para volver al núcleo poblacional del pueblo. Abandonamos la carretera para adentrarnos en la localidad por la calle San Blas. A mano izquierda asoma la plazuela de San Blas, un bello rincón con varios puntos de interés que ver en Trillo. El primero es la antigua ermita de San Blas (s. XVII), que a día de hoy alberga el museo Etnográfico de Trillo. Como la mayor parte de los museos de este tipo, evoca la vida cotidiana y oficios de tiempos no tan lejanos. El segundo es la casa de las Molinos (s. XII), construcción más antigua del municipio. Se le denomina así porque antiguamente era aquí donde se cortaban los troncos que traían los gancheros por el río. Qué gran oficio era el de ganchero. En nuestros días es una pequeña central hidroeléctrica que alberga el museo de la Energía «Prometeion». En él se puede adquirir mucha información sobre cómo ha utilizado Trillo siempre la fuerza del agua en el río Cifuentes y, en general, lo ligada que está la villa a los distintos tipos de energía.
Cascadas del río Cifuentes en Trillo
Escaleras abajo vimos el tercer y último lugar de interés de este espacio, aunque exactamente ya no estábamos en la plazuela de San Blas. Simplemente nos asomamos a la vera del Cifuentes para contemplar las primeras cascadas y experimentar un brutal flechazo. Quién nos iba a decir que más tarde caeríamos rendidos a los encantos naturales de Trillo para siempre. De momento subimos las escaleras para continuar bajando la calle San Blas y aterrizar en la plaza Mayor, una vez dejadas atrás la biblioteca pública municipal y una casa con hermoso almohadillado en el número 2.
El ayuntamiento de Trillo se encuentra en la plaza Mayor. Merece la pena reseñar en este inmueble su preciosa balconada de madera sujeta con columnas de piedra. Aunque la protagonista de este espacio es, sin duda, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (s. XVI). Este templo de estilo renacentista posee nave única cubierta con un bonito artesonado de madera de inspiración mudéjar. Consta de planta rectangular y ábside rematado en tres lados sostenidos por contrafuertes. El interior de la iglesia fue prácticamente destruido en 1936.
Llegó a conservar un importante retablo de la Escuela de Juan de Juni, pero desapareció por la razón que acabamos de citar. El retablo actual del siglo XVI perteneció a la iglesia de Santamera y posee diecinueve pinturas sobre tabla. En el exterior destaca la poderosa torre de tres cuerpos, realizada en mampostería con sillares de piedra arenisca. La construcción tuvo en su origen tres puertas. La del norte actualmente está tapiada. Por la que se accede es la de poniente, con arco de medio punto y factura sencilla, pero destaca la del sur, cuya decoración plateresca sumada a su bello portón de madera forman un conjunto muy hermoso. El levantamiento de algunas viviendas hizo que se cambiase la entrada habitual a Nuestra Señora de la Asunción. Es el edificio religioso más importante que ver en Trillo.
Bordeamos la iglesia descendiendo escaleras. Ya empezábamos a oír el agua del río Cifuentes caer. Atraídos por este sonido bajamos para maravillarnos con una estampa preciosa. Si antes dijimos que sufrimos un flechazo, esta fue la confirmación de un amor que durará para siempre. Cruzamos un pequeño puente para acercarnos a tomar un refrigerio rápido en el Mesón. Tras reponer energía con unas vistas de cine, nos acercamos a la cascada que forma el río Cifuentes, conocida en Trillo como «El Chorrerón». Resulta espectacular cómo esta imagen puede darse de manera tan natural en mitad de un casco urbano, suponemos que la abundante vegetación que rodea el entorno ayuda. Recuerdo para toda la vida.
El puente medieval sobre el Tajo
Salimos hacia la desembocadura del Cifuentes en el río Tajo, pocos metros más adelante de la cascada. Venimos de un río estrecho para dar a parar a la majestuosidad del Tajo. Sobre sus aguas reposa un impresionante puente medieval (s. XVI) de un solo ojo. Probablemente sea la manifestación más importante del patrimonio civil que ver en Trillo, ya que ha sufrido numerosas reconstrucciones y reformas tras los distintos episodios históricos vividos en España como la Guerra de Sucesión, la Guerra de la Independencia o la Guerra Civil.
Tras cruzar el puente sobre el río Tajo dimos un pequeño paseo y, tranquilamente volvimos a los alrededores de la plaza Mayor, donde habíamos estacionado el auto. Tocaba marchar de un pueblo que recomendamos de manera vehemente visitar. Cierto es que nos han faltado exponer algunos lugares que se encuentran más alejados del núcleo poblacional de Trillo, como puede ser el monasterio de Óvila o las Tetas de Viana, cerros gemelos declarados Monumento Natural que destacan por la singularidad de su forma. Tocará volver en otra excursión. Apuntado queda. Nos sobran las ganas. Qué belleza la de Trillo.
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