Mora (Toledo), el mar de olivos
Por dos cosas es conocido el pueblo de Mora, provincia de Toledo, por su impresionante conjunto arquitectónico y por su aceite. El casco urbano está rodeado por tierras infinitas de olivos imprimiéndole un sello muy marcado al paisaje de su entorno. Está fusión de naturaleza y monumentalidad hace de esta localidad un destino turístico fundamental en la comarca de La Mancha. Acompáñanos de visita para contemplar maravillas en forma de castillo, templos o casas solariegas, no te defraudará.
Contenidos del post
- 1 Mora (Toledo) y el paisaje cultural olivarero
- 2 Qué ver en Mora (Toledo)
- 2.1 El convento de San Eugenio y el antiguo Matadero Municipal
- 2.2 El ayuntamiento de Mora
- 2.3 La iglesia parroquial de Santa María de Altagracia
- 2.4 La casa de los Sueltos
- 2.5 Colegio Teresiano María Inmaculada y Seminario de Mora
- 2.6 Ermita del Santísimo Cristo de la Veracruz
- 2.7 Ermita de Nuestra Señora de la Antigua
- 2.8 El castillo de Peñas Negras
- 3 Fiestas de Mora (Toledo)
- 4 Cómo llegar a Mora (Toledo)
Mora (Toledo) y el paisaje cultural olivarero
El aceite y Mora, Mora y el aceite. Unión indivisible. El paisaje repleto de olivos que abraza la población forma parte de su patrimonio cultural. Al fin y al cabo origina el Aceite de Oliva Virgen Extra que es el producto más importante del municipio. De sus almazaras sale un alimento cuidado de una calidad excelente, por lo tanto no olvides llevarte algo durante tu visita para comprobarlo.
Fiesta del Olivo
Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, tuvo su origen en 1957 con motivo de las celebraciones que llevaban realizándose durante años cuando se terminaba la campaña de recolección de aceituna. Actualmente es una festividad que engloba multitud de certámenes, espectáculos y actividades. Entre lo más notorio se encuentra la designación de las reinas y damas de la Fiesta del Olivo, el desfile y concurso de carros y carrozas, la feria del aceite, las jornadas gastronómicas, las jornadas técnicas del aceite «Naturaceite», el concurso de poesía o el concurso nacional de pintura. Tiene lugar el último fin de semana de abril.
Museo del Aceite «Felipe Vegue»
Se localiza a las afueras del pueblo en la carretera que conduce a Orgaz. Posee una colección de piezas relacionadas con el mundo del aceite y el olivo. A lo largo de sus salas podemos admirar contenedores como zafras, cantaras o aceiteras; pesos y medidas donde destacan las balanzas romanas, y una sala de cultura rural, de tipo etnográfico, en la cual nos podemos hacer a la idea de cómo era la vivienda de una quintería o en qué consistían algunos oficios en el pasado.
Horario:
Habitual de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 para visitas guiadas particulares o en grupo.
Para fines de semana, festivos o tardes hay que pedir cita previa al teléfono 925 30 00 25 (Ext. 170).
Qué ver en Mora (Toledo)
Ya hemos hablado de algún punto de interés que visitar en el pueblo relacionado con el aceite, pero ahora nos centraremos en el patrimonio religioso y civil de Mora, que es muy amplio. De hecho, es tan amplio que resulta complicado decidir por dónde empezar. Quizás por los espacios de reunión más importantes.
El convento de San Eugenio y el antiguo Matadero Municipal
Quizás sea por su parque, por sus bancos, por los árboles, por los niños jugando o por todo el conjunto, el caso es que la plaza Madrid nos pareció el centro neurálgico de Mora. Un espacio lleno de vida con construcciones de interés como el antiguo colegio Fernando Martín (1932), actual biblioteca pública municipal, o el auditorio municipal.
Justo detrás, en la calle Lázaro, se ubica el convento de San Eugenio (s. XVI). Los frailes lo habitaron hasta la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX. Posteriormente lo adquirió el Estado, dándole otros usos como el de escuela de gramática o cuartel durante la Guerra Civil. El conjunto consta de iglesia rehabilitada con una sola nave y planta de cruz latina, además de un patio central que en la actualidad alberga la casa de la cultura.
Tomando la calle Castillo desde la plaza Madrid llegamos hasta el antiguo Matadero Municipal (1892), de estilo modernista. Merece la pena reseñar su esbelta portada de forja. Fue rehabilitado a comienzos del siglo XXI, al igual que las antiguas cuadras. A día de hoy sus instalaciones sirven para albergar diferentes dependencias del Ayuntamiento y como parque infantil
El ayuntamiento de Mora
Cruzando la calle se llega a la glorieta Eusebio Méndez. En este espacio es posible contemplar el edificio de las antiguas escuelas de niñas. Su construcción fue fraguada gracias a la donación de la familia Clemente. Se inauguró en 1916 y en 1932 se amplió levantando en el solar adjunto la escuela de párvulos. El conjunto fue rehabilitado a comienzos de siglo y en la actualidad se utiliza para albergar oficinas de servicios administrativos del ayuntamiento, incluido el Servicio Público de Empleo.
Haciendo esquina, bien visible a escasa distancia, se levanta uno de los inmuebles imprescindibles que ver en Mora: el ayuntamiento (1927). Es un edificio de gran belleza debido a su estilo neomudéjar. Conviene no perderse detalle de sus arcos lobulados y sus arcos de herradura apuntados en las ventanas. Tampoco de su preciosa cúpula o de la combinación que refleja la decoración de ladrillos y azulejos con motivos geométricos.
La iglesia parroquial de Santa María de Altagracia
No nos desviamos de la ruta. Avanzando unos pocos metros desde el ayuntamiento de Mora seguimos en la plaza de la Constitución. Aquí reposa otra manifestación muy importante de su patrimonio civil. Hablamos de «la Caserna», antigua casa palacio del comendador de la Orden de Santiago, utilizado también como cuartel por los franceses durante la Guerra de la Independencia.
Muy cerca, bifurcando la vía en dos aparece poderosa la iglesia parroquial de Santa María de Altagracia. La actual construcción se levantó en el siglo XVI tras quedar destrozado el anterior templo al sufrir un incendio en 1521 durante la Guerra de las Comunidades de Castilla. Posee estilo gótico tardío y nave única dividida en cuatro tramos. Dentro de todo el conjunto, a nosotros nos impresionó mucho su torre poderosa de tres cuerpos rematada con chapitel de pizarra.
En un espacio contiguo, concretamente en la plaza de los Comuneros, se ubica otro edificio civil de interés. A pesar de que hoy en día es un mercado, el casino de Mora (1916) fue una de las instituciones más especiales de la villa debido al impulso de carácter cultural y recreativo que otorgaba a la localidad. Tuvo su origen en el conocido como «Círculo de la Concordia», centro de tertulia que tenía sede en «la Caserna». Sus miembros pertenecían principalmente a la clase acomodada de Mora.
La casa de los Sueltos
Una de las casas señoriales más importantes del pueblo se encuentra muy cerca de la iglesia de Santa María de Altagracia. Se trata de la casa de los Sueltos (s. XVI-XVII), declarada Bien de Interés Cultural en 1993. Consta de dos alturas y planta renacentista. La distribución se realiza en torno a un patio interior de estilo toledano. En su fachada destaca el balcón central con almohadillado y escudo con la cruz de Santiago.
Justo en la calle que da a espaldas de la plaza del Casino se ubica el mayor centro de ocio que posee Mora en la actualidad: el teatro Principal (1915). Tras ser propiedad privada durante varias décadas, en 1985 pasó a manos del Ayuntamiento debido a su conservación paupérrima. Volvió a inaugurarse en 1994 tras una profunda rehabilitación.
En la calle Orgaz, caminando muy poco desde la casa de los Sueltos, hallamos otro lugar que ver en Mora sí o sí. La Sociedad Protectora (1867) nació en su día con el fin de funcionar como casino, pero finalmente se convirtió en una entidad de socorros mutuos que atendía a los asociados a través del médico y cubría sus carencias de instrucción. Consta de dos plantas y una esbelta fachada con balcón.
Colegio Teresiano María Inmaculada y Seminario de Mora
No nos desplazamos apenas. Por la perpendicular calle María Martín Maestro se llega al Colegio Teresiano María Inmaculada. El nombre de la calle no es azar, ya que fue la fundadora de este centro inaugurado en 1921. El edificio es de gran belleza gracias a su estilo neomudéjar y su hermosa fachada con ventanales apuntados y dos torreones que custodian la entrada.
En la cercana calle Santa Lucía tenemos otra casa señorial importante, aquella que acogía el antiguo Seminario Menor de Mora. El inmueble fue donado a la parroquia por la recién citada María Martín Maestro a comienzos del siglo XX. En 1980 fue cedido al arzobispado, convirtiéndose en seminario menor. Tuvo esta función durante catorce años. En la actualidad es usado como casa de espiritualidad por el Seminario Mayor y Menor de Toledo, acudiendo aquí los seminaristas a realizar distintas actividades.
Ermita del Santísimo Cristo de la Veracruz
Alejándonos ya del centro de la ciudad hacia la frontera norte de Mora nos topamos con otro templo con mucha historia. La ermita del Santísimo Cristo de la Veracruz podría remontarse al siglo XIII, ya que tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212), el rey Alfonso VIII ordenó construir ermitas y humilladeros por el camino real desde donde tuvo lugar el enfrentamiento (Despeñaperros) hasta Toledo.
En su interior se custodia la talla del patrón de Mora, el Cristo de la Veracruz. Anejo a la ermita se ubica un antiguo asilo, en la actualidad residencia de ancianos de la Purísima Concepción y Santiago. Fue fundado en 1892 y actualmente regido por las terciarias franciscanas de la Inmaculada Concepción.
Hemos dejado lo mejor para el final. Ahora sí que toca coger el auto para acercarnos a estos dos monumentos.
Ermita de Nuestra Señora de la Antigua
Dirección noreste, ya alejada del núcleo urbano, se localiza la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, de estilo barroco. En un primer momento el templo estuvo bajo la advocación de San Cristóbal, pero esto cambió tras el incendio que sufrió la iglesia parroquial en 1521 durante la Guerra de las Comunidades de Castilla. Únicamente sobrevivió la imagen de la Virgen, tras lo cual se trasladó a esta ermita, que pasó a denominarse Nuestra Señora de la Antigua.
Otro suceso trágico que afectó a la talla fue durante la Guerra de la Independencia, cuando la ermita fue quemada y solo sobrevivió la cabeza de la Virgen. A día de hoy figura a los pies de la imagen en su altar. El templo consta de una sola nave coronada por una cúpula en cuyo interior se pueden apreciar unos frescos de inmenso valor artístico, pues fueron pintados en el siglo XIX por Isidoro Millás y Manuel Benedito.
El castillo de Peñas Negras
Al este de Mora, visible desde muchos puntos de la población, se halla el castillo de Peñas Negras, una de las fortalezas más espectaculares que ver en la provincia de Toledo. Fue construido en el siglo X y, tras la recuperación del territorio hispano por parte de la Corona de Castilla pasó a manos cristianas. En el siglo XII se entregó a la Orden de Santiago y en 1568 Felipe II separó Mora de la Orden, vendiendo el castillo a Francisco de Rojas y Guevara, primer conde de Mora. Ya en el siglo XVIII la fortaleza estaba en decadencia, situación que no ha cambiado desde entonces. En la actualidad es propiedad del ayuntamiento de Mora.
Este castillo roquero se asienta sobre un terreno escarpado, de ahí su forma de buque, es decir, alargada y estrecha. El conjunto posee dos partes diferencias y separadas por un foso. Podemos destacar la torre del homenaje que lo corona, aunque a nosotros lo que más nos gustó fueron las vistas maravillosas que hay del pueblo y del mar de olivos que lo rodea.
No es mal escenario para despedirnos de una localidad que impresiona. No faltamos a la verdad si decimos que Mora está infravalorada turísticamente, pues pocos la incluyen entre los destinos más apetecibles de Toledo a pesar de tener un patrimonio arquitectónico sensacional. Desde aquí nuestra más sincera recomendación.
Fiestas de Mora (Toledo)
Ya hemos hablado de la que probablemente sea la festividad más importante del pueblo, la Fiesta del Olivo, pero no queremos dejar pasar la ocasión de informarte sobre otras celebraciones de interés. Por ejemplo la Feria y Fiestas de Mora en honor al Santísimo Cristo de la Veracruz, que se celebran del 14 al 20 de septiembre. Luego tenemos la Feria Chica, es decir, las fiestas en honor a Santa Ana, patrona de Mora. Tienen lugar en julio, en fechas cercanas al 26 de julio. Tampoco puede faltar la fiesta en honor a la Virgen de la Antigua, con romería incluida. Esta tiene lugar el primer domingo de septiembre.
Cómo no, festividades como el Carnaval o la Semana Santa tienen especial importancia en la villa, con lo cual no conviene dejar pasar la oportunidad de visitar Mora en estos intervalos si se tiene ocasión.
Cómo llegar a Mora (Toledo)
La manera más rápida de llegar a Mora es mediante la autovía de los Viñedos o CM-42. Sirve de nexo de unión entre la ciudad de Toledo y Tomelloso, pasando por municipios importantes como Alcázar de San Juan, Consuegra o Nambroca. Atraviesan su población otras carreteras como la CM-410, la CM-4017, la CM-4005 o la CM-4019 que conducen a localidades próximas como Tembleque, Los Yébenes, Orgaz, Huerta de Valdecarábanos o Mascaraque. Posee una población de 9782 habitantes (INE 2023), los cuales pertenecen a la comarca de La Mancha.
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